La Bolsa sale a Bolsa

La Bolsa Alemana (Deutsche Börse), en cuanto a grupo de empresas productoras de diversos servicios, iniciará mañana, lunes, su propia cotización en el mercado de valores de Francfort. Con este paso, esta entidad europea espera mejorar posiciones para una política de expansión y competición global. La Deutsche Börse está por encima de la Bolsa de Londres y de Euronex por su volumen comercial, pero por debajo de ambas tanto en el número de clientes como en la capitalización de mercado.

Tras el periodo de suscripción, que ha durado desde el 23 de enero hasta el 2 de febrero, se da a conocer hoy, domingo, el precio con el cual las acciones saldrán a cotizarse el lunes. Antes de cerrarse el plazo de suscripción el viernes, la demanda ha sido 20 veces superior a la emisión. Los analistas estimaban que, inicialmente, los precios de la acción estarán en el tramo superior de la banda comprendida entre los 285 euros y los 335 euros, que ha sido fijada por los responsables de la operación.

La Deutsche Börse ha aprovechado la salida a Bolsa para efectuar simultáneamente una ampliación de capital. El capital básico, que a principios de año era de 18,76 millones de euros, se ampliará en un 40% con 7,5 millones, que corresponden a 2,936 millones de acciones. Dependiendo de la demanda, se prevé inicialmente una emisión de un máximo de 2,81 millones de acciones. Además, la Deutsche Börse se ha reservado la opción de emitir 390.000 acciones más en el plazo de 30 días tras el inicio de la cotización en Bolsa.

La Deutsche Börse es una sociedad anónima que se fundó en 1992. En su estructura de propiedad, la mayor participación corresponde a los bancos, con un 81%, seguidos de las bolsas regionales, con un 10,1%, y los agentes de Cambio y Bolsa, con un 9%. Dentro del sector bancario, el principal accionista ha sido el Deutsche Bank, entidad que tiene un 10,47% de las acciones y que, conjuntamente con Goldmann Sachs, actúa como uno de los coordinadores de la salida a Bolsa. Participaciones de diversa cuantía tienen otros 10 bancos, entre ellos el Commerzbank (4,74%), el DG Bank, el Dresdner Bank (5,68%) y el WestLB. Los expertos calculan el valor de mercado de la Deutsche Börse en 3.000 millones de euros y el volumen de emisión en 1.000 millones, un tercio del total.

El conjunto de servicios que ofrece la Deutsche Börse va desde el comercio hasta el clearing, pasando por servicios de información del mercado de capitales y tecnologías. La diversificación abarca el mayor mercado de futuros del mundo (Eurex), el índice Dax, la Bolsa de empresas innovadoras (Neuer Markt), así como una division de Información de Productos y Sistemas, además del 50% de participación en Clearstream International. Los beneficios del grupo dependen principalmente del volumen comercial del sistema de bolsas, por lo que los dividendos estarán relacionados con las fluctuaciones del comercio bursátil.

Desde 1997 a 1999, la Deutsche Börse ha tenido un incremento del volumen comercial del 37% anual. Los resultados de los nueve primeros meses de 2000, que han sido el periodo cuantificado como primer ejercicio para la salida a Bolsa, han sido superiores a los del mismo periodo del año anterior, y los ingresos, previos a la deducción de impuestos, se incrementaron en un 125%. Los analistas señalan que la emisión de la Deutsche Börse va más dirigida a los inversores institucionales que a los particulares, dado su carácter limitado y los altos precios de las acciones.

El presidente de la Deutsche Börse, Werner Seifert, otea los mercados de valores europeos y americanos con ideas de cooperación y fusión. Pero las cosas no le han ido bien en este terreno hasta ahora. La proyectada fusión con la Bolsa de Londres no llegó a realizarse y la relación con el Grupo Euronext, que a su vez saldrá a la Bolsa durante la primera mitad de este año, parece más orientada hacia la competencia que hacia la cooperación.

La operación en marcha plantea algunos problemas para la Deutsche Börse, ya que esta entidad es la encargada de ejercer la supervisión de las empresas que solicitan salir a Bolsa, y se ve ahora actuando como sujeto y objeto a la vez. La asociación alemana de protección de los inversores reivindica la creación de una empresa de supervisión semejante a la Securities and Exchange Commission que actúa en Estados Unidos.