El viaje a ninguna parte
Lanna firmó el contrato de su vida, pero el Milan se volvió atrás
El genovés del Zaragoza, Marco Lanna, de 33 años, un trotamundos del fútbol, recibió el pasado 16 de enero la inesperada llamada del Milan y se aceleró su pacífica vida de jugador ya con la vista puesta en la retirada. El Milan había prescindido del defensa brasileño Julio César y abría a Lanna las puertas al contrato de su vida y, lo que es más importante, el regreso a su país, al poderoso equipo del norte, al Milan, cerca de la casa familiar y, en particular, de su padre, que está delicado de salud. Pero todo acabó en un fichaje frustrado, un viaje a ninguna parte.
Lanna tenía contrato en vigor con el Zaragoza por esta temporada. El jugador indicó al presidente del club, Alfonso Solans, que era la oportunidad de su vida, que estaba al final de su carrera deportiva, que iba a firmar un tentador contrato. Solans aceptó. Lanna, que llegó al Zaragoza en la temporada 1999-00 desde el Salamanca, de la mano de Txetxu Rojo, ha calado en la afición zaragocista.
El partido de la Copa del pasado 17 de enero en La Romareda sonó a despedida. El Zaragoza goleó al Murcia y, nada más terminar, Lanna se puso a hacer las maletas para viajar a Milán. Con la misma ilusión con la que llegó a la Sampdoria de Mantovani y Boskov, a aquel equipo en el que jugaron entre otros Vierchewood, Toninho Cerezo, Víctor Muñoz, Lombardo, Vialli y Mancini. A aquel equipo que alcanzó una final europea en 1992 en Wembley, una final que perdió contra el Barcelona, en un partido en el que el mejor de 'la Samp' fue Lanna, que jugó de defensa libre. Después de actuar en la Roma dio el salto al Salamanca que acababa de ascender a Primera, de la mano de Andoni Goikoetxea.
Sueño cumplido
El domingo 21 aterrizó en Milán, pasó el reconocimiento médico y firmó el contrato por lo que queda de temporada y otra más. El sueño se había hecho realidad. Lanna, ante las numerosas bajas del Zaragoza, se queda para jugar el miércoles siguiente en el Bernabéu frente al Real Madrid y dos días después en Barcelona contra el Espanyol. La semana 'horribilis' del Zaragoza concluye con dos goleadas, ocho goles en contra y ninguno a favor. Y, lo que es peor, termina el domingo 28 de enero con la peor de las noticias: el Milan ha cubierto la baja de Julio César con Kaladze, un georgiano más jóven que Lanna. El genovés se viene abajo y, tras concluir el partido de Copa del Rey en El Sardinero, confiesa: 'Fue el peor día. En el partido tuve los nervios metidos en el estómago y me encontré muy cansado por todo lo que estaba ocurriendo'. En el Milan le dicen que van a intentar cederlo a la Fiorentina o al Atalanta pero, a esas horas, la cabeza de Lanna es un hervidero y su corazón está taquicárdico.
No puede más y el pasado viernes, al término del entrenamiento, desveló': 'He tenido que tomar pastillas tranquilizantes, Valium o algo así, para conciliar el sueño. Llevaba varios días sin dormir bien'.
'He visto de todo, pero nunca me había pasado ni había visto una cosa así. En esta vida hay que soportarlo todo y lo mejor ahora es que piense sólo en el partido del domingo [por el Zaragoza-Rayo de hoy]. Es lo mejor que puedo hacer', aseguró Lanna. Los abogados del jugador estudian la posibilidad de reclamar una indemnización al Milan por deterioro de su imagen. Los del Zaragoza, por su parte, pretenden exigir al vicepresidente milanista, Adriano Galliani, los 100 millones de pesetas rubricados en el contrato del traspaso.
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