'La mujer debe recuperar la autoridad en la familia'

José Javier Rapha Bilbao (Getxo, 1943), retirado ya del trabajo como periodista y profesor, dice que escribe para animarse. En los últimos cuatro años ha necesitado tanto del apoyo de la escritura para superar las penas de la enfermedad que ha logrado finalizar tres novelas y un libro de relatos. Después de un silencio de 12 años, llega ahora a las librerías la novela La guerra de los milagros (editorial Bermingham), su quinta obra publicada, una historia ambientada en el País Vasco en el siglo XI.

'He escrito casi todos mis libros bajo la tristeza, la depresión, y así sale mi humor, muy crítico, crispado, con el que me meto con todo el mundo, pero, cuidado, sin hacer sangre', explica el autor. 'La escritura me ha dado las ganas de seguir viviendo'.

A pesar de las circunstancias, Rapha se ha esforzado en que su novela no se tiña del dolor físico que sufre. 'Es una novela más madura que las anteriores. Los 58 años que voy a hacer enseguida son muchos y eso se nota; tengo una cantidad extraordinaria de cosas que contar, no se me acaba el rollo'.

De esa experiencia acumulada ha extraído los datos para narrar en La guerra de los milagros, 'una novela histórica con enigma', según señala su editor, en la que se entretejen las intrigas por el poder, la religión, el honor y las pasiones humanas, alrededor del personaje épico de Anderquina de Gon-ber, la mujer que encabeza a una de las familias en liza.

El enigma que se sugiere 'tiene muchas lecturas', señala Rapha. 'Lo histórico es una excusa para escribir sobre uno de esos momento en los que nos estábamos dando mazazos los unos a los otros. Todo los conflictos que se desarrollan en la novela los soluciona una mujer, a base de lo maravilloso, de lo mágico, como si fuera Merlín'.

Los caracteres de sus personajes, asegura, son plenamente reconocibles en el siglo XXI. 'Los hombres siempre hemos sido iguales; las mujeres', precisa, 'no tanto, pero me importa un rábano a la hora de escribir'.

Rapha añora la autoridad de la etxekoandre, como el mismo recuerda que ocurría en los caseríos vascos de su infancia. 'La mujer debe recuperar el papel de autoridad que ha perdido en la familia', defiende.

Sin ningún temor a que su discurso no suene políticamente correcto prosigue: 'Aún trabajando, la mujer debe volver a tener el poder dominador de la familia de la etxekoandre, que al fin y al cabo es la que pare los hijos'.

Rapha ha dedicado La guerra de los milagros al director teatral Luis Iturri, fallecido en mayo de 1998, con quien colaboró en el montaje de varias obras. 'Luis Mari y yo éramos amigos desde niños y, sobre todo, colaborábamos en la vida', cuenta. '[Dedicarle la novela] aunque parezca religioso, es como jugar con angelitos'.