La Comunidad decreta el cierre de una residencia de ancianos de Alcalá
La Comunidad de Madrid ha decretado la suspensión de actividad del Hogar para Mayores Virgen del Val, una residencia privada de ancianos de Alcalá de Henares que lleva funcionando dos años y medio sin licencia de apertura. La Consejería de Servicios Sociales ha pedido a las familias de los 20 mayores que la utilizan que los trasladen a otro lugar. La consejería precisó que la integridad de los residentes no corría peligro, ya que en ese caso se hubiese cerrado el local de inmediato. El hogar está en un chalet del barrio residencial de lujo conocido como Ciudad 21.
Su directora, Marcela Arroyo, asegura que, salvo por la licencia, cumplen toda la normativa. La consejería manifestó ayer que carecen tanto de la licencia municipal de apertura como de la consiguiente autorización administrativa que ha de conceder el Gobierno regional a las instalaciones de este tipo. También apuntó que en las inspecciones que ha realizado se detectaron carencias de materiales indispensables y exceso de ocupación. Ayer, debido a la premura de tiempo, no pudo precisar más al respecto o si había otras deficiencias. Según Arroyo, la residencia cuenta con 20 usuarios, de los que 10 pasan allí el día y vuelven a su casa por la noche. Comparten un chalet de 400 metros cuadrados con seis habitaciones en las que hay 14 camas. 'Hay más camas por las siestas de los de día', aseguró.
Arroyo reconoció que llevaban dos años y medio funcionando sin contar con la preceptiva licencia municipal. La solicitaron en julio de 1999 y seis meses después, en diciembre, recibieron el no del Ayuntamiento de Alcalá. 'Se la denegamos por razones urbanísticas: donde hay una vivienda no puede haber un centro geriátrico. Se trata de una zona residencial', manifestó ayer el edil de Urbanismo de Alcalá, Javier Ocaña (PSOE-Progresistas). 'Decidimos quedarnos porque pensamos que al final nos la darían', manifestó Arroyo.
'Irán donde yo vaya'
La directora del centro aseguró que han comunicado el 'inminente cierre' a sus clientes. 'Su respuesta ha sido que irán donde yo vaya, por lo que estoy trabajando en el traslado del hogar a otro inmueble en otro pueblo. Le pido a la Comunidad tres meses para poder ultimarlo', concluyó.
Ayer por la tarde, los usuarios del centro no parecían muy afectados por la noticia, que conocían de boca de la directora. La mayoría estaban sentados en el salón del chalet viendo la televisión o charlando. Otros paseaban por el centro, insistiendo en que querían salir al jardín, o preguntaban a los periodistas si iban para Alcalá. También los había sentados o tumbados en sus camas, recibiendo visitas de familiares. Les acompañaban Arroyo y otras tres personas de uniforme blanco.
El chalet está situado en una zona periférica de Alcalá, cuenta con seis habitaciones, baños preparados para personas con problemas de movilidad, cocina, un recibidor, la sala de estar, dos pequeños jardines y lavandería. La directora afirmó que hay nueve personas trabajando allí, entre ellos, ATS y auxiliares de clínica.
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