Cuatro profesores denuncian una nueva agresión en un colegio de Dos Hermanas

Cuatro profesores del colegio público Itarburu, de la localidad sevillana de Dos Hermanas, denunciaron ayer a la policía la agresión de la que fueron objeto el pasado martes a la salida del centro. Los docentes dieron parte a la policía de los destrozos provocados por un grupo de jóvenes que apedrearon sus vehículos, causando la rotura de los cristales de cuatro de ellos. Antes, en la hora del recreo, estos jóvenes se colaron en el patio del centro y fueron expulsados por los profesores, a quienes respondieron a pedradas desde la calle.

Estos desperfectos se suman a la larga lista de actos vandálicos que viene sufriendo este colegio desde las pasadas navidades. Según su director, Raúl Gómez, el centro se ha convertido en el objetivo principal de un reducido grupo de jóvenes a los que, además de este acto, se les achaca el haber roto a golpes el falso techo del porche del colegio y la rotura de varios cristales de las ventanas del centro.

Además, el director ha denunciado que alguien se dedica a disparar con una escopeta de aire comprimido, y que los perdigones han causado numerosos desperfectos en persianas y farolas. 'Disparan haya gente o no en el colegio. Hace no mucho los disparos casi impactan en una limpiadora', recuerda Raúl Gómez, quien ha solicitado a la Delegación de Educación en Sevilla que envíe profesores de apoyo y que financie la construcción de un muro alrededor del colegio, además de aumentar la vigilancia policial.

El director también ha solicitado a la Consejería de Educación que incluya este centro dentro del plan de apoyo Centro de Actuación Educativa Preferente, al que sólo se pueden acoger aquellos municipios que superen los 100.000 habitantes.

El colegio Itarburu, que tiene cerca de 250 alumnos de Infantil y Primaria y cuenta con 16 profesores, está situado en la barriada del Cerro Blanco, una zona deprimida y con elevados índices de absentismo escolar. 'Esta barriada reúne las características de una zona marginada y desestructurada y son los niños quienes sufren las lacras de esta marginalidad', explica la Federación Nazarena de Apas, que denunció esta situación ante Educación y la oficina del Defensor del Pueblo después de que los 16 profesores del colegio solicitaran hace dos meses su traslado de centro al final del presente curso.