La librería Axular de Vitoria se convierte en Casa del Libro, sin incorporar a los actuales empleados

El de Axular es el penúltimo de una cadena de cierres de librerías independientes, ajenas a grandes grupos editoriales, distribuidores o comerciales. La desaparición de este céntrico establecimiento de Vitoria ofrece, sin embargo, algunas singularidades frente a otras clausuras recientes de librerías en la capital alavesa.

Axular se configuró en 1975 como una cooperativa, de la que formaban parte 40 socios ligados a la cultura vasca en Álava, como los hermanos Henrike y Gorka Knörr o Alberto Gárate. El precio de cada acción inicial fue en aquel entonces de 25.000 pesetas. En estos 25 años, la librería ha sufrido distintas ampliaciones, hasta llegar a los actuales 500 socios.

Este medio millar de personas se reunió para decidir el futuro de Axular, un establecimiento de 800 metros cuadrados ubicado en la céntrica calle del Arca, y que llevaba tres años sumando pérdidas. Aquella asamblea se preparó sin la suficiente información para los accionistas y con ciertas maniobras extrañas, como la ocultación de la lista de socios ante la solicitud de uno de ellos, tal y como han criticado personas presentes en la reunión.

Tras una tormentosa deliberación, el 70% de los asistentes apostó por la venta de Axular a Casa del Libro, red de librerías de la editorial Espasa-Calpe, que se encuentra en estos momentos en plena expansión. Lo cierto es que la situación de Axular era insoportable financieramente, dados los numerosos gastos que tenía una librería que hasta hace unos meses contaba con 18 trabajadores.

En este aspecto, el acuerdo al que se ha llegado entre ambas firmas es que Casa del Libro no asume ningún empleado de la librería vitoriana. De este modo, se han ido rescindiendo los contratos paulatinamente y, al día de ayer, quedaban cuatro personas para ultimar los detalles finales del inventario, antes de entregar el local a la empresa madrileña. La librería Aukera, dependiente de Axular y dedicada al libro de saldo, se mantendrá de momento.

Por otra parte, la cadena de Espasa-Calpe está dispuesta a conservar el nombre de Axular, y mantener el espíritu de librería de fondo y especializado en libro vasco que ha caracterizado a este establecimiento.

'No hemos asumido a los trabajadores porque legalmente era una operación muy complicada', confirmó Charo Albarrán, directora de Casa del Libro, quien añadió que 'nuestra intención es mantener el espíritu de Axular'. 'Asumimos esa responsabilidad desde que mantenemos su nombre junto con el nuestro, una excepción en todas nuestras nuevas librerías'.

Según Albarrán, la oferta será mayor que la que tenía Axular: 'Vamos a incorporar todo nuestro catálogo de títulos de habla no española', comentó la responsable de Casa del Libro.