El Gobierno acepta que expertos revisen las 34.000 solicitudes rechazadas en Barcelona

Tras una reunión entre representantes de la Delegación del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, el director de la Oficina de Extranjería de la ciudad, Eduard Planells, anunció que los expedientes denegados serán revisados con la colaboración de las organizaciones y los sindicatos que habitualmente asesoran a la Delegación del Gobierno en materia de inmigración. Según Planells, 'no habría inconveniente en que lo que son organizaciones representativas del mundo de la inmigración se sumaran en una comisión un poco de vigilancia, control y seguimiento de este proceso de revisión'.

De esta manera, la Administración central acepta implícitamente la petición efectuada el pasado lunes por el alcalde de Barcelona, Joan Clos. La propuesta de Clos exigía que los expedientes denegados fueran revisados 'por un grupo de expertos independientes'. Fuentes de la Delegación del Gobierno reiteraron que con esta decisión se acepta que tomen cartas en el asunto 'las entidades que siempre han trabajado con nosotros', como Cáritas, UGT y Comisiones Obreras.

La reunión trilateral de ayer también sirvió para mostrar los puntos de acuerdo entre las tres instituciones. Los representantes del Ayuntamiento, del Gobierno y de la Generalitat afirmaron que la huelga de los inmigrantes no es la mejor manera de conseguir su integración.

Mientras tanto, los cerca de 700 inmigrantes encerrados en ocho iglesias de Barcelona decidieron ayer continuar la huelga de hambre hasta que el Gobierno regularice su situación, al mismo tiempo que amenazaron con ampliar su protesta con una huelga de sed a partir del próximo domingo si el Gobierno no escucha sus reivindicaciones. Los encerrados creen que el alto índice de solicitudes denegadas en Barcelona representa 'una gran injusticia social'.

La radicalización de los inmigrantes coincidió con el diagnóstico de un segundo caso de tuberculosis entre los encerrados en la iglesia del Carme. Este segundo caso se suma al detectado el pasado lunes en la misma iglesia, aunque los médicos han descartado que puedan estar relacionados, porque este segundo paciente ya estaba recibiendo un tratamiento específico para esa enfermedad. La Delegación del Gobierno informó a última hora de la tarde de la detección de un tercer caso de tuberculosis, aunque el Ayuntamiento no lo confirmó.

Las responsables de inmigración del PP y del PSOE, María Ángeles Muñoz y Consuelo Rumí, respectivamente, coincidieron ayer al solicitar a los encerrados que pongan fin a la protesta. Ángeles Muñoz pidió a los huelguistas que 'recapaciten, porque esa demostración de fuerza no soluciona sus problemas personales'. Rumí apeló a que dejen esta huelga, porque, dijo, 'ponen en peligro sus vidas'.

Al mismo tiempo, el líder de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, criticó a Jordi Pujol por no haber visitado a los encerrados. 'Si Pujol no va dentro de ocho o diez días tendré que ir yo, porque alguien tiene que ir y explicarlo', ha dicho Maragall, quien señaló que no acudirá a la iglesia 'para arreglar la situación, sino para sustituir a un Gobierno que no habrá hecho lo que tendría que haber hecho'.

El portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas, respondió a Maragall asegurando que la Generalitat ha intentado solucionar el problema 'desde el primer momento mediante la Secretaría para la Inmigración y a través de la Secretaría de Relaciones con las Confesiones Religiosas'.