'En Cuatro Caminos y Legazpi, Madrid es un Londres multiétnico'

No le ha dicho a sus alumnos de secundaria de Lengua y Literatura del instituto Antonio Machado, de Alcalá de Henares, que hay una obra inspirada en un club de carretera, no muy lejos de las aulas, que acaba de representarse en un teatro de Lavapiés. Tampoco les ha dicho que esa obra, Los viernes del hotel Luna Caribe, es suya, que con ella ganó un doble galardón: por un lado, el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca (1999), y por otro, que en el mismo momento de recibir la felicitación por teléfono de Fermín Cabal surgió que quien felicitaba aceptara dirigirla. Las críticas han dicho estos días que se ha puesto en pie un magnífico texto. Y Alberto de Casso (Madrid, 1963), ese profesor que se sumó a la huelga de funcionarios, alude al pudor para justificar su silencio ante los alumnos. A ellos les habla del teatro de día cuando leen a Chejov, Shakespeare y teatro clásico español... Los viernes del hotel Luna Caribe nos sitúa en la vida de dos hermanas cubanas y su madre, las tres vienen a España en busca de prosperidad. La decepción llega con el trabajo en un hotel de carretera. Este nuevo autor teatral reconoce que la mayor parte de sus amigos son de muy lejos y que a él, aun siendo de Madrid, no le cuesta adquirir también la mirada del extranjero en su propia ciudad.

Pregunta. ¿Y qué ve?

Respuesta. Me he dado cuenta de que hay muchos árboles. Lo más visible se nos esconde a la gente de la ciudad. Son los amigos los que me hacen ver; luego me hace cierta gracia cómo les choca el impudor con el que se besan las parejas en el autobús, cuánto fuman las mujeres o lo severos que somos hablando...

P. ¿Sus amigos latinos los ha hecho en Madrid?

R. Son amistades que conservo de cuando fui lector de español cuatro años en la Universidad de Ghana. Los inmigrantes que conozco en Madrid son los de lujo, los que vienen con becas... Cuando voy por Cuatro Caminos o Legazpi me recuerda Madrid a un Londres multiétnico.

P. Tal vez entre estos nuevos españoles haya un día también nuevos autores.

R. Pero lo primero es la supervivencia. Trabajan en locutorios, cafeterías, cuidando niños... Tal vez el bagaje que tengan se pierda. Llama la atención que no se estén mezclando con los españoles. El mestizaje sólo se da por el turismo.

P. Parece que ha llegado usted al teatro en un buen momento. Ahora no cuesta llenar las salas.

R. Y los autores nuevos son menos ninguneados que antes. Más allá del escenario, reivindico el teatro en su dimensión literaria, creo que es fenomenal para los lectores perezosos.

P. ¿Y qué tal la sensibilidad desde las aulas?

R. Tenemos una competencia brutal con Internet, la música... Nos cuesta convencer a los alumnos de que leer La Celestina o El Quijote también puede resultar placentero.