'... Ante esto, el señor ministro anuncia la congelación salarial'
Jueves 19 de septiembre de 1996. Cinco y media de la tarde. En la sede del Ministerio de Administraciones Públicas, Paseo de la Castellana, número 3, planta baja, se reúne la Mesa General de la Administración del Estado. El punto 2 del orden del día reza: 'Aspectos salariales y normativos del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 1997'. Abre la sesión el entonces ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, 'manifestando la voluntad del Gobierno de mantener el diálogo sin perjuicio de las decisiones que hayan de tomarse'.
El acta de aquella reunión en la mesa de la Función Pública recoge cómo el secretario de Estado de Presupuestos, entonces José Folgado, toma la palabra para explicar 'la necesidad de lograr una convergencia' real con la Unión Europea, y que ello exigirá un presupuesto riguroso porque 'el grueso del ajuste necesario se ha dejado para el último año y medio'.
Rajoy abrió la sesión con los sindicatos anunciando la voluntad de diálogo y la cerró imponiendo el recorte de sueldo por 'decisión del Gobierno'
Uno tras otro, según recoge el acta firmada por Rajoy, los sindicatos toman la palabra para rechazar lo que temen sea el objetivo de la reunión: comunicarles la congelación salarial para 1997, tal como distintos miembros del Gobierno habían adelantado a los medios de comunicación en días anteriores. Toma la palabra, en primer lugar, el representante de Comisiones Obreras para recordar que, en junio de aquel año, el Gobierno aprobó un paquete de mejoras fiscales a las rentas del capital lo que, dijo, 'ha generado un agujero importante en el capítulo de ingresos' que supera 'lo que se pretende ahora con la congelación, que se cifra entorno a los 200.000 millones de pesetas'. Este representante sindical destaca que la congelación supondría un incumplimiento del acuerdo firmado el 15 de septiembre de 1994 y argumenta que se dan las condiciones previstas en aquel pacto para una mejora de poder adquisitivo de los funcionarios. Los sindicatos UGT, CSI-CSIF y CIG le siguen en el uso de la palabra abundando en esos argumentos. Entonces el portavoz de ELA-STV toma la palabra e 'indica que hasta ahora no ha escuchado el anuncio oficial de la congelación salarial, lo que pregunta al ministro'.
El acta de la reunión, que la Audiencia Nacional ha considerado un acto administrativo y basa en ella su sentencia contra el Gobierno, recoge textualmente: 'Ante eso, el excelentísimo señor ministro anuncia la congelación salarial'. El representante de ELA-STV replica que eso 'cuestiona el derecho a la negociación colectiva' y espeta al ministro que les ha ofrecido 'diálogo, lo que es necesario, pero lo imprescindible es la negociación'.
Al final, el representante de UGT invita al Gobierno a 'reconsiderar su postura'. Le dice al ministro que 'a diario se está viendo cómo el Gobierno sabe recapacitar y dar marcha atrás en algunas medidas'.
El ministro le contesta que 'la decisión de congelación es del Gobierno y que en el momento de tomarla éste era consciente de lo que hacía y sabía que iba a tener su contestación'. El ministro añade que 'al Gobierno no le gusta tomar esa decisión, pero cree que con ella defiende los intereses generales'. Se levanta la sesión a las siete y media de la tarde.
