Fútbol educativo
El alcalde de Aroche fomenta la práctica del balompié como alternativa de ocio para los jóvenes
Antonio Cuaresma, de 45 años, alcalde de Aroche, localidad de la sierra de Huelva de unos 3.600 habitantes, tiene una firme convicción: el fútbol sirve para educar a los niños. Por eso, desde que accedió a la alcaldía el 29 de enero de 1997, tras una moción de censura, Antonio Cuaresma, del PP, ha puesto a dar patadas a un balón a casi todos los niños, adolescentes y jóvenes de la localidad. Aroche ha pasado de tener un solo equipo de fútbol a contar con 15, uno de ellos femenino, en algo más de tres años.
Unos 290 chavales están inscritos en las categorías inferiores del Aroche Club de Fútbol a partir de los siete años. Todos ellos, a diferentes horas del día, practican el fútbol bajo el control de un monitor y de un médico en el estadio y en las dos pistas polideportivas que hay en el pueblo.
El alcalde ha intentado aplicar a la educacción su pasión por el fútbol. 'Estoy convencido de que el balompié es uno de los mejores inventos que se han hecho. A través del fútbol, apoyamos desde el Ayuntamiento una educación distinta. En núcleos rurales tan apartados como Aroche, el fútbol resulta fundamental para orientar a los críos. Se percibe inmediatamente el que practica ese deporte en su disciplina, en sus esquemas mentales y en su comportamiento', afirma el alcalde. Además, añade Cuaresma, con la práctica del fútbol se aparta a los jóvenes de dos peligros: el consumo de drogas y de alcohol, este último más generalizado en las localidades de la sierra onubense, donde el frío aprieta casi todo el año.
De modo que por las calles de Aroche hay un sonido que casi se repite con más frecuencia que el del claxon de un coche: el grito de gol. La juventud del pueblo vive en una especie de Carrusel deportivo permanente. La Corporación destina cada año un millón de pesetas a subvencionar la práctica del fútbol, de un presupuesto total de 210 millones. Pero, con todo, ese dinero no llega a cubrir las necesidades de los distintos equipos. El propio alcalde tiene que hacer 'de taxista' cada domingo y traslada con su turismo a un grupo de chavales de un pueblo a otro, allá donde les toque jugar.
Cuaresma fue en su día un futbolista aplicado pero de vuelo rasante. Jugó en los escalafones inferiores del Recreativo de Huelva y desde ahí inició un recorrido por distintos equipos de la provincia onubense, como el Cortegana, el Riotinto, el Aroche, hasta que finalmente, extenuado pero satisfecho, colgó las botas en el Paymogo, con 40 años ya cumplidos. Compaginó la práctica del fútbol con su profesión de maestro, aunque siempre estuvo atento a la política.
El alcalde, además, no siente ningún pudor de decir públicamente cuáles son sus colores. Es del Real Madrid y estos días se siente feliz con el liderato de su equipo. Además, Antonio Cuaresma fue elegido recientemente como presidente de la Peña Madridista de Aroche. El día 4 de febrero tiene previsto asistir a la reunión anual de Peñas Madridistas, tras la cual acudirá a presenciar en el estadio Santiago Bernabéu el partido entre el Real Madrid y el Málaga. Amor por el fútbol.
El alcalde tiene claro que las administraciones deberían prestar mayor atención al fútbol. 'Ese deporte se convirtió hace tiempo en un fenómeno de masas, pero no debería reportar tantos gastos para los equipos modestos. Los clubs pequeños, por ejemplo, no pueden pagar tantos gastos en concepto de arbitraje. El fútbol tiene una cara oculta que es preciso descubrir: los modestos', afirma.
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