El Papa eleva por sorpresa a 44 la cifra de cardenales que recibirán la birreta en febrero
El portavoz vaticano asegura que las designaciones 'estaban decididas hace siete días'
Los dos misteriosos cardenales in pectore proceden del Este europeo. Se trata del ucraniano Marian Jaworski, de 74 años, obispo de Lviv de los Latinos, y del letón Janis Pujats, arzobispo de Riga, de 75 años. Entre los cinco nuevos nominados hay otro ucraniano, el arzobispo de Lviv de los Ucranianos Lubomyr Husar, de 68 años. Además de Lehmann, en la lista hay otro prelado alemán, Johannes Joachim Degenhart, arzobispo de Paderborn, de 75 años, representante del ala conservadora de la Iglesia germana, absolutamente en las antípodas de Lehmann en el enfoque del aborto. Completan el grupo el arzobispo de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Julio Terrazas Saldoval, de 64 años, y el surafricano Wilfrid Fox Napier, de 59 años, arzobispo de Durban.
El número de cardenales electores se dispara a 135, quince más del límite impuesto por Pablo VI, que Wojtyla se ha declarado dispuesto a mantener, aunque por lo que parece no a respetar. El Colegio cardenalicio pasa a estar integrado por 185 purpurados.
El anuncio del Papa ha pillado desprevenidos a todos los expertos, sesudos analistas y grandes conocedores de las interioridades vaticanas, que no habían previsto ni remotamente la reacción del Pontífice. Cuando Juan Pablo II, tras la ceremonia del Angelus, leyó los nuevos nombres de los siete cardenales desde la ventana de su estudio en el Palacio Episcopal sobre la plaza de San Pedro, los primeros sorprendidos fueron, seguramente, muchos de los monseñores de la Santa Sede.
La explicación está en la absoluta novedad que representa el anuncio en dos fases de los nuevos purpurados. Consciente de esta anomalía, el propio Pontífice dijo tras revelar los nombres de los dos cardenales in pectore: 'El domingotenía otros nombres más, cuyo anuncio, por razones diversas, decidí posponer hasta hoy'. Las 'razones diversas' tienen que ver, según explicó más tarde el portavoz vaticano Joaquín Navarro Valls, con el nombramiento del arzobispo ucraniano Lubomyr Husar.
'Hace sólo unos días que Husar ha sido elegido arzobispo mayor de Lviv de los Ucranianos; el Papa ha aprobado enseguida su elección, y sólo a partir de ese momento ha podido nombrarlo cardenal', dice Navarro. Para no hacer público su nombramiento en solitario, se prefirió aplazar el anuncio de otros cardenales para arroparle.
La explicación no resulta del todo convincente, y deja margen a la hipótesis de que este anuncio en dos fases puede ocultar en realidad una rectificación a tiempo de la Santa Sede, para incluir a Karl Lehmann en la lista. Lehmann, de 64 años, obispo de Maguncia, ha estado penalizado durante muchos años por sus posiciones liberales.
La púrpura simboliza en este caso una doble rectificación, porque la Iglesia alemana, que había consentido durante años que consultorios católicos oficiales otorgaran los certificados obligatorios para abortar en el país, ha comenzado a suprimirlos el 1 de enero.
También suena a rectificación la inclusión del arzobispo de Santa Cruz de la Sierra -una diócesis fundada en 1605-, Julio Terrazas Sandoval, porque Bolivia no tenía representantes en el Colegio cardenalicio. Los nombramientos de los ucranianos Husar y Jaworski, y del letón Pujats son una especie de regalo de visita que el Papa llevará consigo a Ucrania en su viaje de junio próximo.
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