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Un hospital de quita y pon

El Samur ha instalado 400 veces en cinco años el puesto médico avanzado en las calles de Madrid

La última vez que el Samur plantó la gran carpa amarilla de su hospital de campaña no fue en las calles de la ciudad, sino a miles de kilómetros de Madrid. El puesto médico avanzado (PTMA) viajó hasta El Salvador para atender a las víctimas del terremoto del pasado 13 de enero. Un total de 565 personas fueron atendidas de diversas lesiones en una semana de servicio sanitario. Desde su adquisición, hace ya cinco años, el Samur ha instalado 400 veces este hospital de quita y pon en las calles de la ciudad. Y muchos madrileños tienen grabada la imagen de la bóveda amarilla en plena avenida de Badajoz el pasado 30 de octubre, cuando decenas de personas resultaron heridas en un atentado con coche bomba de la banda terrorista ETA.

El puesto médico avanzado se levanta en cinco minutos por tan sólo cinco sanitarios. Ocupa una extensión de 50 metros cuadrados y tiene capacidad para atender a un máximo de 50 heridos al mismo tiempo. 'Sólo en El Salvador, por la tremenda magnitud del desastre , hemos llegado a tenerlo funcionando a pleno rendimiento', explica Emilio de Benito, portavoz del Samur.

El hospital de campaña tiene cinco arcos huecos que forman la estructura interior y que se levantan insuflando aire de presión con una bomba a través de una válvula.

El traslado del hospital se efectúa en tres vehículos especializados. Un camión lleva el material más pesado: las bombonas de oxígeno, la lona, los aparatos eléctricos y quirúrgicos, las camillas... Suele ir a la cola del pelotón en caso de acudir a un suceso. Le preceden el centro médico de comunicaciones (CMC) -una furgoneta con todo el equipo técnico emisor y receptor- y un vehículo-farmacia cargado con los medicamentos y botellas de suero imprescindibles para cualquier emergencia.

La central móvil de comunicaciones del hospital de campaña funciona independientemente de la central de comunicaciones del Samur. 'Es necesario que sea un ente independiente, puesto que, en caso de catástrofe, la central de comunicaciones sigue prestando los servicios sanitarios normales que toda gran ciudad requiere, como accidentes de tráfico, reyertas y demás', comenta el portavoz del Samur, Leopoldo Herraiz.

Traslado a los centros

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La principal misión del hospital de campaña es la de lograr estabilizar a los heridos para trasladarlos después a un centro hospitalario. Bajo la lona amarilla, los sanitarios evalúan la gravedad de las lesiones, practican una primera cura para estabilizar a los heridos y los distribuyen en ambulancias para su traslado al hospital. La prioridad de los traslados se establece, como es lógico, en función de la gravedad de los heridos.

El Samur ha utilizado el hospital de campaña en unas 400 ocasiones en Madrid desde su adquisición, en 1995, y en actividades tan diversas como las pruebas deportivas (especialmente las que conllevan un gran esfuerzo físico), simulacros de catástrofe o atentados terroristas.

Su prueba de fuego le llegó el pasado 30 de octubre, con el atentado que ETA cometió en la avenida de Badajoz. En la acción terrorista perdieron la vida un magistrado militar, su escolta y su conductor al estallar un coche bomba al paso del vehículo que ocupaban. La deflagración lanzó el coche del magistrado contra un autobús de la EMT, cuyo conductor, herido de extrema gravedad, falleció también tras unas semanas en coma.

La onda expansiva causó 64 heridos, 38 de los cuales fueron atendidos en el hospital de campaña. 'Tuvimos piernas destrozadas por la explosión, personas con cristales incrustados por todo el cuerpo, gente con ataques de nervios,... Fue la primera ocasión en la que el puesto médico avanzado se utilizó en una gran catástrofe en Madrid', recuerda De Benito.

El hospital se instaló por primera vez el 2 de marzo de 1995, en la celebración del Cristo de Medinaceli, junto a la basílica del mismo nombre. El 6 de mayo de 1995 se volvió a levantar con motivo del fallecimiento de la artista Lola Flores. El Samur lo plantó en el Centro Cultural de la Villa, junto a la capilla ardiente de Lola Flores, para atender a las miles de personas que acudieron a dar el último adiós a la popular artista.

La fiesta del Partido Comunista de España (PCE) en septiembre de ese año y en ediciones posteriores, también obligó a instalar el hospital de lona. El PTMA ha sido utilizado en numerosas pruebas deportivas, como el Maratón Popular de Madrid, la Fiesta de la Bicicleta, la Carrera Popular de Canillejas o los 100 Kilómetros Pedestres Villa de Madrid. En estas ocasiones, las lesiones más habituales que los sanitarios suelen atender son torceduras de articulaciones, esguinces, desgarros musculares, deshidrataciones...

Los días 9 y 10 de julio de 1999 el hospital de campaña del Samur se instaló en el poblado rumano de Malmea, junto a la carretera de Burgos (A-1), para atender a los inmigrantes que vivían allí y que sufrían las altas temperaturas.

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