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Columna
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Y el PSPV cogió su fusil

Los socialistas le están marcando el paso a la tranquilidad. Ya no deshojan margaritas en los sillones de la oposición. Ahora tratan de apacentar su pasión pendiente. Rodríguez Zapatero les dio el aviso, en la inauguración de la nueva sede del PSPV: menos líos de partido, y más política. Y la numerosa asistencia colocó al secretario general del PSOE en la calle e improvisó un mitin. Por dónde, el lleno no hizo si no respaldar los argumentos de Rodríguez Zapatero: hay que salir al raso y conocer las inquietudes de lo gente, en vez de dedicarse a la escabechina de los otros clanes. La ciudad os hará libres y la calle, sensatos. Luego, el secretario general les pidió que mostraran su esencia, que ya es ganas de mostrar, a los valencianos, y luego pasaran el cepillo de la confianza. En cosa de días, se percibe un talante más sosegado y una busca de la credibilidad perdida. Es un indicio, que ya comienza a reverdecer. Veremos si aguantan, si resisten la tentación de los cuchillos y las querellas bizantinas, que tanto han emborronado no sólo su imagen, sino su responsabilidad política y social. Si se entiende de una vez que un partido político de izquierdas es un mero instrumento capaz de impulsar una cultura democrática y participativa y la transformación de la sociedad, y no un despacho de cargos y canonjías, es posible que se despeje tanto desconcierto y miopía.

Si superan sus instintos rupestres, y con un PP acosado y de escasos reflejos, para solventar los graves problemas que se le vienen encima, pero aún con encanto y más recursos, el PSPV puede, cuando menos, recortar diferencias. Y parece que la aparición de Rodríguez Zapatero, ha sido la señal esperada. Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV, destapó la nueva política de su partido, como alternativa a los ajados planteamientos del presidente de la Generalitat. El dirigente de los socialistas valencianos, en su intervención en el Club de Encuentro Manuel Broseta, declamó las iniciativas con las que pretende dar el carpetazo definitivo a la 'vieja agenda' del PP. Pla habló del PHN, de empleo, de financiación autonómica, de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. y ofreció su ayuda a Zaplana para modificar la Ley de Gobierno de la Generalitat. Aparte de las matizaciones críticas de las restantes fuerzas de la oposición, el portavoz popular en las Cortes plantó a Pla. Font de Mora se echó por un camino de herradura y se refirió al atrevimiento de la ignorancia política. Él. Pero el secretario general del PSPV, aún poco baqueteado, se olvida de que no anda en democracia, sino en mayoría absoluta. Por otra parte, en su conferencia, no quiso referirse a la confusión de la CAM y Bancaja. Que se aclare el presidente, y a verlas venir: esa es la lógica y la revelación del enigma.

Cuando, casi simultáneamente, en Alicante, Manuel de Barros, secretario de Educación del PSPV, se manifestaba contrario a la operación auspiciada por Zaplana, que ha defenestrado al director general de la CAM, Juan Antonio Gisbert. Manuel de Barros, en coincidencia con Ángel Franco, senador y secretario de la agrupación local de Alicante, y con el foro de debate suscitado por ésta y NE, para diagnosticar los males de la ciudad. El foro se presentó, el viernes, en el salón de actos de CC OO, que se llenó, con la asistencia de militantes de ambas formaciones, sindicatos de la CAM, Universitarios Progresistas, Campus Jove, representantes del Bloc, del STEPV, CGT, Els Verds, la plataforma cívica Salvem el Benacantil, mientras Esquerra Unida reservó su comparecencia, hasta la elección del nuevo secretario de la agrupación, que tuvo lugar anoche mismo, y de acuerdo con la garantía que ofrezca el foro. Por cierto, que Alicia de Miguel lo calificó de ofensa y falta de respeto a todos los alicantinos. Alicia de Miguel pisa fuerte, aunque, con criterio pedestre y no suelo democrático precisamente, sino cemento armado de mayoría absoluta. Y así le salen las adivinanzas.

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