Caldas de Reis se vuelve a inundar por undécima vez esta temporada

La localidad de Caldas de Reis (Pontevedra) recuperó ayer su aspecto más habitual durante los últimos meses. El río Umia se desbordó y anegó el casco viejo de Caldas por undécima vez en lo que va de invierno. Las fuertes lluvias caídas durante la noche y la mañana de ayer provocaron que el caudal del Umia subiese un metro y medio por encima del borde del del río.

Los vecinos y el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, culpan al Gobierno gallego, del PP, de no hacer nada por evitar las inundaciones, pero la Xunta les devuelve la pelota y asegura que la solución sería construir un embalse al que se opone la mayoría de la población de la comarca.

Las cercanas ciudades de Pontevedra y Vilagarcía de Arousa también sufrieron pequeñas inundaciones. Pero las mayores incidencias se registraron en la provincia de Ourense. La localidad de O Barco de Valdeorras quedó casi incomunicada al salirse otro río de su cauce.

Un tren Talgo que circulaba de Pontevedra a Madrid descarriló en las cercanías de Ourense a causa de un corrimiento de tierras que dejó la vía atrancada. El maquinista y su ayudante sufrieron heridas leves, mientras que los 71 pasajeros resultaron ilesos, aunque, al tratarse de un lugar de difícil acceso, tardaron dos horas en poder salir del tren. La vía férrea con Madrid quedó cortada hasta la madrugada. También se registraron numerosas incidencias en los aeropuertos.

El buque argelino que estaba a la deriva desde el pasado jueves en la Costa de Morte (A Coruña), con un cargamento de 55.000 toneladas de gas, pudo finalmente reparar su avería tras recibir ayuda de tres remolcadores de salvamento marítimo.

Galicia y otras nueve comunidades, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón, Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha están en alerta ante el riesgo de lluvias, nieve y fuertes vientos.