A expensas de Guardiola

El barcelonismo respondió con un suspiro de alivio cuando Llorenç Serra Ferrer facilitó ayer la lista de convocados para el partido de hoy en Málaga. Pep Guardiola no sólo figura en la relación de los expedicionarios, sino que anunció que está a disposición del entrenador después de recuperarse de una tendinitis en la pierna derecha.

Ansioso como está por atrapar al Real Madrid o, al menos, de obligarle a disputar la segunda parte del campeonato, el Barcelona necesita de su capitán en una primera jornada de la segunda vuelta de la Liga en que, de acuerdo con las cábalas, los resultados pueden tener un impacto psicológico trascendente.

La figura de Guardiola suma tanto a favor de su equipo como intimida al contrario. A juzgar por sus palabras, Joaquín Peiró, el entrenador del Málaga, habría preferido que el medio centro no jugara: 'Pep es el manantial de la doncella, que riega la huerta. Hay que buscar soluciones para frenarle. Estando en el campo, todo es más facil para su equipo y más difícil para el rival'.

Recien cumplidos los 30 años y con un contrato que caduca el próximo 30 de junio, Guardiola está empeñado en reivindicar a su equipo frente al viento que sopla a favor del Madrid desde que Figo dejó el Camp Nou por Chamartín como si fuera la expresión de un cambio de poderes en la jerarquía del fútbol español.

'Puede que sea más difícil el partido de Málaga que el de la semana pasada en Valencia', observa el centrocampista azulgrana. 'No me gusta que se dé por descontado que vamos a ganar', agrega, 'pues son en este tipo de partidos en los que los equipos grandes tienen problemas'. Y remacha: 'Nuestra intención es apretar al Madrid porque a partir de ahora es cuando el campeonato se pone serio. Hay que intentar aumentar la racha de 14 partidos que llevamos ya sin perder'.

Guardiola tiene mucho que ver en la progresión de su equipo. Desde que reapareció, en la segunda parte del partido de Vigo (3-3), el Barça se mantiene invicto, de la misma manera que en su ausencia, por una lesión de tobillo que le mantuvo cuatro meses apartado de la plantilla, el equipo quedó eliminado de la Liga de Campeones y descolgado de la Liga. De los 14 partidos de la serie, el capitán no jugó ni contra el Brujas ni ante Osasuna y no fue titular frente al Español. Xavi, decisivo en el choque contra el Madrid al inicio del torneo, le sustituyó con acierto.

Nadie discute la calidad de Xavi y, consecuentemente, Serra Ferrer puede optar hoy por darle los mandos del equipo si considera que Guardiola no está a punto. El asunto está, sin embargo, en el plus que aporta el capitán, que desde su regreso ha centrado al grupo, le ha dado racionalidad y, sobre todo, le ha devuelto la credibilidad. El capitán aporta el brazalete, la pelota y el metro para medir el campo y repartir los futbolistas y el juego. Guardiola representa todavía al medio centro por excelencia, una especie con problemas de supervivencia frente al doble pivote, y defiende a los extremos por encima de los carrileros.

Los 16 títulos conseguidos -entre ellos seis Ligas y una Copa de Europa- y los partidos disputados -246, con 154 victorias y 44 derrotas- avalan su década azulgrana. El entrenador le considera vital, junto a Rivaldo, al que calificó ayer de insustituible ante las declaraciones que hizo el brasileño diciendo que entendería que el Bacelona le traspasara al final de la temporada para poder obtener mayores beneficios económicos que si cumple los dos años que le quedan de su contrato.

A la espera de la decisión que tome Serra Ferrer, Guardiola se ofrece de nuevo para un partido como el de hoy, en La Rosaleda, que no admite medias tintas. Guardiola cree en el Barça y defiende que el Madrid es atacable en la Liga.