_
_
_
_
_

La versión mortal de una bacteria tiene 1.400 genes más que la inocua

La bacteria E. coli O157:H7 se hizo tristemente célebre en 1982 al contaminar una partida de hamburguesas en Estados Unidos que causó dos brotes mortales de hemorragia gastrointestinal. Desde entonces ha aparecido en todo el mundo, casi siempre contaminando al ganado vacuno y a sus derivados alimentarios. Los científicos han completado ahora la lectura de su genoma y se han llevado una sorpresa mayúscula: la versión inocua de esta bacteria (E. coli)tiene 4.405 genes, pero la versión letal tiene 1.387 genes de más.

Nicole Perna y sus colegas de la Universidad de Wisconsin esperaban, desde luego, encontrar algunas diferencias significativas que explicaran que una bacteria que normalmente vive en el intestino humano sin causar ningún problema se transformara en un agente patógeno mortal. Pero 1.387 genes son muchísimo más que una diferencia significativa. Son más bien una revolución de los esquemas habituales que rigen la biología evolutiva.

Los genes extra aparecen dispersos, en cientos de grupos (islas de ADN) de tamaño variable, a lo largo de todo el genoma de E coli, que por lo demás está razonablemente intacto y reconocible. Algunos de ellos pueden muy bien explicar el carácter ponzoñoso de la cepa patógena, ya que contienen la información para fabricar toxinas muy peligrosas para el ser humano. Pero la gran mayoría de los genes nuevos no tienen, probablemente, nada que ver con las intoxicaciones alimentarias.

De hecho, la adquisición de grandes cantidades de genes extra no es una rareza de la cepa mortal. La cepa inocua de referencia también tiene, si se la compara con la mortal, un gran número de genes añadidos (528, en concreto), igualmente dispuestos en islas de ADN salpicadas a lo largo del genoma. Los científicos nunca se hubieran percatado de este hecho si no hubieran secuenciado ambos genomas para compararlos. Es muy posible que las comparaciones de este tipo deparen sorpresas similares cuando se practiquen en otras especies.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_