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El Banco de Valencia aumenta su beneficio un 14,45% en el año 2000

Julio de Miguel explicó ayer que todos los márgenes de la cuenta de resultados han crecido por encima de la media del sector. El balance de las cuentas de la entidad, en el que se incluye el resultado del Banco de Murcia, arrojaba el año pasado un beneficio, antes de impuestos de 12.971 millones de pesetas. Esta cifra, después de impuestos supone un beneficio de 8.707 millones, un 14,45% más que en 1999 y por encima de la previsión del 10%.

En la cuenta de resultados destaca el margen de explotación, que crece un 18,82% y se sitúa en los 15.630 millones de pesetas. La política de contención de costes ha permitido mantener el ratio de eficiencia en la 'banda alta' del sector bancario. En concreto, éste se situó en un 46,31%, tres puntos por debajo del ratio de eficiencia de 1999. El volumen de negocio con clientes alcanzó l,328 billones de pesetas, con un aumento interanual del 18,92% y absoluto de 211.300 millones.

Las acciones del banco se revalorizaron un 17,3%, superior al 9,40% del sector, y al de los principales índices de referencia. Los recursos gestionados alcanzaron los 646.548 millones de pesetas, con un crecimiento interanual del 14%. Las inversiones crediticias también crecieron un 24% y superaron los 681.623 millones.

El Banco de Valencia abrió el año pasado 33 oficinas, 13 en la Comunidad y el resto en Murcia, Madrid, Aragón, Almería y Navarra. La entidad destacó la evolución de los 'canales complementarios' a las operaciones clásicas, como la Banca por Internet, que en 2000 utilizaron 18.000 clientes que realizaron unos 7 millones de operaciones.

El consejero delegado del banco, Domingo Parra, destacó que la entidad ha invertido 2.800 millones de pesetas en Liberta 7, que participa en un 6%. Asimismo, la entidad creó en 2000 Inversiones Valencia Sociedad de Capital Riesgo, con un presupuesto incial de mil millones, a través de la que invertirá en empresas familiares y con la que ha entrado en el 10% de la sociedad de Energía y Desarrollo Sostenido, para la concesión de parques eólicos.

Julio de Miguel evitó referirse a un posible proceso negociador con la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y tampoco quiso pronunciarse sobre la negociación para absorber Caixa Carlet. 'Las cosas están en el aire', aseveró.

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