Una gota de agua en un mar de petróleo
Por las cuentas de Alfred Sirven, ex número dos del grupo Elf, circularon sumas ocultas equivalentes a 1.000 millones de francos (25.000 millones de pesetas) a finales de los años ochenta y principios de los noventa, según las diversas investigaciones existentes en Francia y en Suiza. De todo ello, el primer asunto que llega a juicio son los 64 millones de francos (1.600 millones de pesetas) pagados por Elf a Christine Deviers-Joncour, que ésta dice haber entregado en gran parte a su ex amante Roland Dumas.
Dumas, procesado por 'complicidad y encubrimiento en el abuso de bienes sociales' (equivalente a malversación de fondos), por el que podrían pedirle hasta cinco años de prisión, está imputado por haber favorecido la contratación de su amante en Elf y haberse beneficiado de una parte de las sumas recibidas por ésta a través de comidas en restaurantes de lujo, un apartamento de 320 metros cuadrados -comprado a 425 millones de pesetas-, y varios regalos, entre ellos unas estatuillas griegas.