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Crítica:OPEN DE AUSTRALIA | TENIS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Moyà confirma su resurrección

El español vence a Schuttler y recuerda que, salvo a Agassi, ya ha ganado a todos sus rivales

El título del Open de Australia está sólo a tres victorias para el tenista español Carlos Moyà. Parece un corto tramo, pero no lo es. El torneo ha entrado ya en su fase decisiva y el mallorquín sigue mostrando una solidez que aviva la esperanza. Ayer despachó sin contemplaciones al alemán Rainer Schuttler por 7-6 (7-2), 6-3 y 6-4 en una hora y 58 minutos y se colocó en los cuartos de final, en los que le espera el francés Sebastian Grosjean.

No es el rival esperado. Número 19 del mundo y semifinalista hace dos semanas en Sydney, Grosjean causó una de las sorpresas de la jornada al eliminar al sueco Magnus Norman, cuarto cabeza de serie, por 7-6 (9-7), 6-3, 0-6 y 6-4. A pesar de que haber alcanzado los cuartos de final acredita su calidad y su excelente momento, el francés es un rival más asequible que el sueco para Moyà, que ve cómo su panorama se va aclarando.

A sus 24 años, Moyà se va llenando de razones para ganar el torneo. Y no renuncia a nada. No sólo se impone con solvencia en sus partidos, sino que otros jugadores le van despejando el horizonte: varios de los que más daño podían hacerle han desaparecido del mapa: ya no están el brasileño Gustavo Kuerten (número uno mundial), el ruso Marat Safin (2), el estadounidense Pete Sampras (3) y Norman (4) y tampoco el británico Greg Rusedski o el australiano Mark Philipusis -ausente por lesión-, capaces todos ellos de marcar con su saque el ritmo.

'Está claro que es dura', reconoció Moyà al analizar la situación; 'pero sólo quedan siete jugadores y a todos, a excepción de Agassi, ya les he ganado alguna vez. Jugando a mi nivel actual y si tengo un buen día, el desarrollo del partido dependerá más de mí que de lo que puedan hacer ellos. Y eso es bueno'. Sin embargo, las principales razones para el optimismo no están en todas estas circunstancias, sino en el hecho de que Moyà ha recuperado la confianza en sí mismo. La crisis moral y el abandono físico que le produjo la lesión de espalda que arrastró el año pasado parece superada. Y su nivel, pese a haber jugado sólo dos torneos esta temporada, se acerca ya al que esgrimió en 1998, cuando ganó el título de Roland Garros.

'Mi mejor tenis está muy cerca', confiesa Moyà, que se siente muy bien arropado por su nuevo equipo técnico: Joan Bosch, Jofre Portas y el preparador físico Quim Forteza. 'Estoy jugando al mejor nivel de mi carrera. Pero hace falta mantener este tono y aguantarlo muchas semanas. Ahora tengo confianza en mi derecha y sé que no la fallaré. Y en mi saque, que siempre me ha respondido en los momentos difíciles. Física y psicológicamente, me siento más fuerte que nunca. Pero esa regularidad debe convertirse en norma', razona.

Libre ya de molestias y evidentemente recuperado, Moyà incluso lanza el primer reto a los españoles que le han superado en la clasficación. 'Cuando me pasaron, yo estaba lesionado. Pero soy el único, junto a Sergi Bruguera que ha ganado un grand slam', dijo a Efe; 'ahora quiero ver quién será el número uno'.

Junto a Moyà y Grosjean, también se clasificaron para los cuartos el francés Arnaud Clément y el ruso Yevgeny Kafelnikov, una de las principales amenazas para el mallorquín.

En el torneo femenino no hubo sorpresas, pero un aficionado lanzó una bengala a la pista donde la rusa Anna Kurnikova jugaba un partido de dobles. No ocurrió nada.

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