'Cuando se interpreta a Mozart, siempre se crea una obra nueva'
Mirijam Contzen ofreció la semana pasada dos conciertos con la Orquesta Sinfónica de Euskadi en Vitoria y Pamplona, en los que interpretó el Quinto Concierto para violín y orquesta que escribió Mozart. Esta joven violinista cogió por primera vez el instrumento con dos años y ofreció su primer concierto a los cinco. Contzen (Münster -Alemania-, 1976) demostró en sus actuaciones las razones que le han llevado a ocupar ese lugar preferente entre los solistas del violín: un virtuosismo indudable acompañado de una sorprendente sensibilidad interpretativa.
Pregunta. Después de más de dos siglos, ¿qué aporta una joven violinista a una pieza de Mozart?
Respuesta. Creo que la música de Mozart nunca llegará a ser antigua. Son composiciones actuales, en las que el intérprete ha de reflejar el momento en el que está viviendo cuando las toca. Por eso pienso que siempre que se interpretan vuelven a ser composiciones nuevas, como dijo Mozart en su momento.
P. El concierto se ha abierto con el estreno de una obra, Madrid promenade, de Javier Jacinto. ¿Qué relación mantiene con la música contemporánea?
R. Suelo interpretar composiciones actuales, como acabo de hacer con obras de Peter Ruzicka u Orm Finnendahl, compositores de música electrónica. Son piezas que reflejan el mundo actual, pero creo que es mejor interpretar composiciones de todas las épocas, porque cada partitura te enseña algo nuevo. Eso sí, siempre he rechazado que me clasifiquen como especialista en una época determinada.
P. Usted se presenta a los medios de comunicación como una estrella del rock, con una cuidada promoción. ¿Están cambiando las cosas en la música clásica?
R. La única razón de este despligue es que mi padre es diseñador gráfico e impresor. Pero nunca pienso en mi promoción, porque eso supone que me aleje de por qué hago música, que es el único motor de mi carrera.
P. ¿Cómo explica que en la música clásica se valore más la precocidad que la experiencia?
R. Los músicos no pueden empezar a tocar con cuarenta años, además que lo fundamental para un intérprete es tocar en público. La gente sabe que eres un joven instrumentista y que no tienes la experiencia de uno que tiene sesenta años. Eso sí, es peligroso que los músicos muy jóvenes lleven una carrera intensa desde pequeños, porque les hace perder el contacto con el mundo.
P. ¿Cómo considera la relación entre virtuosismo y expresividad?
R. Es imprescindible tener una buena técnica interpretativa para poder afrontar las obras más dífíciles de la música. Pero luego el músico tiene que tener claro que se encuentra ante la expresión de una obra de arte y no puede convertirse en una máquina.
P. En los últimos tiempos hay una corriente que propugna interpretar la música clásica con instrumentos de época originales.
R. Es una decisión excelente, que demuestra un interés por el valor de la composición original. Pero también se puede comunicar con los instrumentos actuales. Es cierto que esas obras se compusieron para aquellos instrumentos, pero la música está más allá del violín que se construía en determinada época. Es uno de los debates más interesantes de la música actual.
