La Diputación alavesa puede ser imputada por el ataque de un oso a una visitante en el parque de Sobrón en 1999
El abogado que defiende a Carmen Iborra, la turista que fue atacada en julio de 1999 por un oso en el parque educativo de Sobrón en Álava y que perdió una pierna a raíz del incidente, estudia demandar a la Diputación alavesa como responsable civil subsidiario de unos hechos en los que está imputado el director de este espacio natural, José Ignacio Aresti. El próximo día 29 de enero, el juez instructor de la causa examinará el lugar de los hechos y dará por concluida la investigación. Mientras, la víctima del suceso, una azafata de tierra de 42 años, se encuentra en fase de recuperación tras serle implantada una prótesis en la pierna destrozada.
Los hechos se desarrollaron el domingo 11 de julio de 1999. La víctima y su familia habían llegado al parque de Sobrón desde Alicante con la intención de practicar el piragüismo y disfrutar de la naturaleza. Cuando la mujer se acercó a una de las jaulas que alojaban a los osos del centro, fue atacada por un animal que le ocasionó graves desgarros en las extremidades inferiores que provocaron que los médicos tuvieran que amputarle una pierna.
Unos días más tarde, el marido de Carmen Iborra presentó una denuncia por lesiones que ha tramitado el Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria, cuyo titular llamó a declarar meses después a Aresti en calidad de imputado. El responsable del parque reconoció que la jaula de los osos no contaba con carteles que alertaran del peligro, aunque alegó que la mujer se acercó de forma imprudente al animal.
El espacio donde ocurrió el incidente, denominado parque educativo del Ebro, está situado al suroeste de la provincia, en el término municipal de Lantarón, ayuntamiento que es propietario junto a la Diputación de los terrenos y edificios que alberga, heredados de un antiguo balneario y que le fueron cedidos temporalmente a Aresti. Desde que el naturalista alavés asumiera la gestión del centro, hace casi una década, diversas auditorías encargadas por la propia Diputación foral pusieron de manifiesto las deficiencias del parque y el carácter conflictivo de José Ignacio Aresti.
La mala situación de mantenimiento y salubridad en la que se hallaban los animales del centro ha provocado permanentes fricciones con la Diputación, que ha retirado la práctica totalidad de las especies del lugar, que iban desde cérvidos, aves acuáticas hasta los propios osos.
Después de estar paralizada la instrucción de la causa durante más de un año, el próximo día 29 de enero el juez llevará a cabo un reconocimiento del lugar para dar por concluida la investigación. La prueba fue solicitada por la compañía aseguradora del hotel existente en el parque. Inicialmente fue denegada por el juzgado, pero que ha sido aceptada por la Audiencia provincial.
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