Sharon empieza a actuar ya como primer ministro de Israel
El candidato derechista pide tranquilidad
Sharon, de 73 años, dice que no hay que dejarse engañar por la propaganda electoral y que ha sido siempre 'un político pragmático capaz de traer la paz a la región'. Los últimos sondeos electorales le auguran un triunfo holgado (entre 18 y 20 puntos) sobre su rival, el laborista Ehud Barak. Los pronósticos auguran que el ex general recibirá de manera disciplinada el voto de todos los seguidores del Likud, pero que también se ha asegurado el apoyo de los militantes y simpatizantes de la organización ultraortodoxa sefardí Shas, de los emigrantes rusos, de un sector importante de los votantes del centro e incluso de los devotos religiosos del Partido Nacional Religioso, en el que se alinean los colonos.
El mensaje lanzado desde sus filas es claro: Sharon es capaz de negociar con los palestinos, como ya lo hizo en Wye River en 1998, cuando como ministro de Infraestructuras acompañó a la delegación israelí presidida por el entonces primer ministro Benjamín Netanyahu, sin olvidar el papel importante que jugó en el proceso de paz con Egipto y Jordania.
Su equipo de mensajeros está presidido por Zalman Shoval, ex embajador en EE UU, a cuyas órdenes se han puesto otros ex diplomáticos formados en las delegaciones de Francia, Argentina y Costa de Marfil, incluido el eficiente Michael Adari, responsable del World Likud, un verdadero ministerio de asuntos exteriores del partido nacionalista. Shoval se encuentra desde hace unos días en misión especial en Estados Unidos, coincidiendo con el traspaso de poderes en la Casa Blanca. 'No hay que dejarse arrastrar por el optimismo de los sondeos. Sólo un analfabeto en política israelí sería capaz de entusiasmarse por estas cifras', aseguró a EL PAÍS Shoval poco antes de partir. Como algunos otros apparatchiks, Shoval se muestra cauto y cree que la victoria de Sharon sobre el candidato laborista será mucho más ajustada y que 'se decidirá en el último minuto en el centro del electorado; porque una cosa es hablar y otra muy diferente votar. Esto es lo decisivo'.
Mientras tanto, israelíes y palestinos inician a partir de hoy una ronda de negociaciones intensivas cerca de El Cairo, seguriamente en el balneario de Taba, que durarán diez días y en la que tratarán de ponerse de acuerdo sobre el plan de paz del ex presidente estadounidense Bill Clinton. La reunión maratoniana fue aceptada anoche por el gabinete de paz del Gobierno israelí que preside Barak.
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