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LA FIESTA GRANDE DE SAN SEBASTIÁN

Elorza se esfuerza en evitar las pancartas durante la fiesta

El País

El equipo de gobierno donostiarra, formado por el PSE-EE y PP y encabezado por Odón Elorza, ha puesto este año todo su empeño en evitar la colocación de pancartas favorables a la amnistía y los presos de ETA o con lemas propios de la izquierda radical que, en los últimos años, abarrotaban el espacio de la Plaza de la Constitución durante las 24 horas que dura la fiesta de San Sebastián, las que transcurren entre la izada y la arriada de la bandera blanquizul de la vieja casa consistorial -hoy Biblioteca Municipal-, al son de la tamborrada.

La corporación se ha hecho eco del malestar que en muchos donostiarras producía esta sistemática ocupación del espacio festivo. Precisamente la iniciativa ciudadana !Basta Ya! solicitó esta semana a un grupo de ediles del equipo de gobierno que adoptasen las medidas oportunas para impedir que el acto de la izada de la bandera convirtiera la plaza de la Parte Vieja en un 'escenario para la apología impune del terrorismo, por obra de una minoría de fanáticos'.

La decisión, finalmente, ha consistido este año en impedir el acceso al edificio de la Biblioteca Municipal, de donde el alcalde iza a medianoche la bandera blanca y azul de la ciudad, a los ediles de la corporación para presenciar la primera tamborrada de la fiesta desde los balcones de autoridades. Normalmente, la izada se ha solido producir en medio de graves incidentes al arrojar el público huevos y tomates a las autoridades a pesar de que desde los balcones del edificio se solían colgar grandes pancartas pidiendo amnistía que tapaban casi la fachada.

Para evitar la colocación de otros carteles en la plaza, agentes municipales y del cuerpo de Bomberos retiraron por la tarde un cable instalado de un lado a otro de la misma, desde donde la izquierda abertzale pretendía colgar pancartas reivindicativas.

Sólo el alcalde

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Tan sólo el propio Elorza, que este año decidió no convocar la cena oficial con los portavoces municipales, al considerar que 'no hay humor para fiestas', acudió a la Biblioteca Municipal para izar de la bandera. Al edificio sólo se permitió el acceso a la prensa acreditada para realizar su trabajo.

La medida fue duramente criticada por la oposición municipal. El grupo EA-PNV acusó a Elorza de cargarse 'a golpe de alcaldada' las tradiciones de la ciudad. Euskal Herritarrok también criticó la 'alcaldada' de impedir el acceso a los corporativos. La coalición radical defendió que en la fiesta 'existe un lugar para la reivindicación'.

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