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Los dos detenidos administraban el foro y el servidor de Internet de la 'web' de Radical

La Unidad Central de Investigación de la Delincuencia en Tecnologías de la Información de la Dirección General de la Policía, en colaboración con la comisaría de Alcalá, siguió la pista dejada en la red por los amenazadores anónimos. Ésta les llevó hasta José y Juan, de los que no han facilitado dato alguno, salvo que son jóvenes y hermanos. Ambos gestionaban el foro y el servidor de Internet donde se publicaron los mensajes, según la policía. Uno de los propietarios de la discoteca, Alejandro Conde, negó ayer este extremo y aseguró que ni siquiera les conoce. 'Internet es un foro público y cualquiera puede meterse en la web de Radical para escribir lo que quiera', afirmó, según informa J. Francés.

Los mensajes salieron de un piso de Alcalá, en la calle de los Reyes Magos, muy cerca del barrio en el que vive Ocaña. La Dirección General de Policía no especificó si los detenidos estaban contratados por Radical para gestionar el foro, pero sí que esta ocupación no constituía su medio de vida. La página de Radical sigue operativa en la red. Aparece en la pantalla del ordenador después de teclear la misma dirección que tecleó el concejal, Javier Ocaña, cuando se encontró con las amenazas. Ayer no había enlace al foro de debate, ni amenazas. Sólo anuncios de fiestas en otros locales y una dirección que remite a una página de sexo virtual.

Ocaña tiene pendientes otras cuatro denuncias. La que puso el 27 de abril pasado contra uno de los propietarios de Radical, Alejandro Conde, por supuestas amenazas de muerte, ya ha sido admitida a trámite en los juzgados complutenses. Su defensora será la abogada y compañera de partido Cristina Almeida. Ambos son militantes del PDNI. Sus honorarios correrán a cargo del Ayuntamiento, según explicó Ocaña.

Tres denuncias más

Las otras tres denuncias siguen siendo investigadas por la policía. Las dos primeras, que se remontan a la primavera y el verano pasado, son por una persecución en coche y la colocación junto a Radical de grandes carteles con la foto de la cara de Ocaña tachada. La última se refiere al puñetazo que le propinaron dos jóvenes sin identificar en la puerta de su casa el pasado 9 de noviembre. Esa misma noche, alguien colocó un artefacto incendiario en la puerta del Ayuntamiento. Ocaña relacionó los cuatro hechos con el expediente de derribo de Radical y el entorno de ésta.

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Precisamente, sus sospechas de que el incendio provocado del Ayuntamiento podría estar relacionado con el entorno de Radical le valieron una querella por calumnias por parte de los propietarios: Alejandro Conde y Antonio Bolívar. El Juzgado número 4 de Alcalá ordenó el archivo de las actuaciones, al considerar que Ocaña no cometió ninguna infracción penal. 'Se ha valorado especialmente que el público tiene derecho a recibir información sobre cuáles son los problemas que aquejan y las cuestiones que surgen a los políticos y a los personajes que ejercen una actividad pública', detalló entonces el Ayuntamiento sobre el auto. Conde y Bolívar recurrieron el archivo.

Ambos son propietarios además de Radical, de dos locales de alterne situados también en Alcalá, el Private, siamés del Radical, y el Private Beach, situado unos metros más allá. Los dos clubes han sido cerrados también por Urbanismo, aunque éstos, al contrario que Radical, sí tienen licencia, y Ocaña sostiene que podrán volver a abrir cuando subsanen los problemas detectados por la concejalía y que se refieren a un exceso de construcción sobre lo autorizado.

Radical sigue cerrada, pero sin derribar. El 27 de diciembre terminó el plazo para que sus propietarios lo hicieran voluntariamente. Ahora lo hará el Ayuntamiento. El Consistorio alcalaíno ha enviado a los propietarios de la discoteca una valoración de lo que cuesta tirarla, ya que ellos han de abonar la factura y está esperando su conformidad o alegaciones al presupuesto, según Ocaña.

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