El pecado del reverendo
Jesse Jackson abandona su oposición a Bush al confesar que tiene una hija fuera de su matrimonio
El reverendo Jesse Jackson, el líder político y religioso más popular de la comunidad negra de Estados Unidos, no participará en las manifestaciones de protesta que mañana se desarrollarán en Washington y Florida contra la toma de posesión de George Bush. Jackson, activo promotor de esas protestas, anunció ayer la suspensión temporal de sus actividades políticas al reconocer que tuvo una hija fuera de su matrimonio en mayo de 1999, cuando ejercía de consejero espiritual de un Bill Clinton sorprendido en adulterio en el caso Lewinsky. 'Éste', dijo Jackson, 'no es momento para evasivas, negativas o coartadas. Acepto la responsabilidad de mis actos, que me avergüenzan profundamente'.
Un nuevo escándalo político de origen sexual sacudió ayer a Washington. Aunque la capital estadounidense ya está curada de espantos, la pública confesión de Jackson, de 59 años, fue la comidilla de la jornada. 'He pecado y sé que mi familia, mis amigos y mis partidarios se sienten decepcionados, pero les pido su perdón y sus oraciones', declaró el reverendo baptista y líder del ala izquierda del Partido Demócrata. Jackson, casado desde hace 38 años con Jackie, con la que ha tenido cinco hijos, aceptó que hace 20 meses tuvo otra nueva hija con una mujer cuya identidad no facilitó. Jackson precisó que está aportando 'apoyo emocional y financiero' a la pequeña.
El reverendo, que ha desempeñado un papel protagonista en la defensa en Florida de Al Gore y la denuncia de la legitimidad de Bush, se vio obligado a efectuar este reconocimiento al saber que el semanario sensacionalista The National Enquirer iba a publicar la historia. Según la información del Enquirer, la madre de la nueva hija de Jackson es Karin Stanford, de 39 años, que en la época de su relación con el reverendo ocupaba el puesto de jefa de la oficina en Washington del grupo que él dirige, la Rainbow Coalition.
Stanford, que ahora vive en Los Ángeles con la pequeña, informó de que, tras el parto, Jackson le pagó 40.000 dólares para la mudanza desde Washington hasta Los Ángeles y que ahora le entrega 10.000 dólares mensuales para el mantenimiento de la niña. Stanford conoció al reverendo a mediados de los noventa, cuando ella era profesora de Asuntos Afroamericanos en la Universidad de Georgia y estaba escribiendo un libro sobre la política internacional de Jackson. Encantado, el protagonista del libro la contrató para dirigir la oficina en Washington de su Rainbow Coalition.
La consecuencia inmediata de estas revelaciones fue la desactivación política de Jackson. El reverendo anunció que suspende su oposición a Bush y a su candidato a la fiscalía general, John Ashcroft, 'para reconstruir mi espíritu y cicatrizar las heridas abiertas en mi familia'. Jackson señaló que está rezando junto a su esposa y sus hijos. 'La gracia de Dios está consiguiendo que nos reconciliemos', dijo. Según amigos de la familia, su esposa ha sufrido un choque brutal al conocer la infidelidad del reverendo.
El pasado agosto, Clinton le impuso a Jackson la medalla de la Libertad, la más alta condecoración civil norteamericana. Los dos hombres establecieron una estrecha relación durante el caso Lewinsky, cuando Jackson se incorporó como consejero espiritual al círculo íntimo del presidente. Según acaba de descubrirse, el reverendo vivía entonces el momento cumbre de su aventura con su empleada en la Rainbow Coalition.
En diciembre de 1998, según fotos oficiales de la Casa Blanca, Jackson llevó a Stanford, ya embarazada, a la residencia presidencial para que conociera a Clinton. En aquella época, Jackson declaró a propósito del caso Lewinsky: 'El sexo no es la única cuerda de la guitarra, hay otros nueve mandamientos'. Y también: 'Si hay alguien entre nosotros que no conozca tribulaciones y tentaciones, que arroje la primera piedra'.
Pruebas de ADN han confirmado que Jackson es el padre de la hija de Stanford, según el diario populista neoyorquino Daily News. La información no fue desmentida por el reverendo. En cambio, éste recordó que él también nació fuera del matrimonio y no conoció la identidad de su padre hasta que tuvo seis años. 'Nací en esas circunstancias', dijo, 'y sé lo importante que es crecer en un ambiente cariñoso. Estoy, pues, decidido a darle a mi hija y su madre el apoyo que merecen'.
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