Derecho a voto de los inmigrantes
El ejemplo de las últimas elecciones municipales en Granada, en las cuales el Partido Andalucista con Valenzuela, que ha sido la novia más deseada para formar gobierno, con apenas un puñado de votos, nos hizo reflexionar e imaginar lo que el voto inmigrante puede pesar.
El derecho a la ciudadanía como pilar fundamental para una verdadera integración social, laboral y cultural, pasa por el único camino a que el inmigrante se le permita el derecho de acudir a las urnas, así se tendrá en cuenta que un inmigrante vale también un voto, y veremos cómo serán los programas electorales y los discursos políticos.
La participación social del colectivo inmigrante, no tiene que limitarse en foros de integración, mesas, o representantes en las instituciones que sólo son físicas, tampoco en fomentar las asociaciones y organizaciones de los inmigrantes, sino en una verdadera participación e involucración política, sindical y social.
Se ha notado que, en los últimos años, se ha incorporado a este colectivo un buen número bien cualificado a nivel académico, político y sindical, cabe recordar la pasada década de quien ha fomentado el fenómeno asociativo del inmigrante, así como el acercamiento a los sindicatos, partidos políticos y ONG.
Reivindico el derecho a votar para la población inmigrante permanente, es un primer paso para la normalización de una verdadera participación ciudadana, de no quedarse fuera en ejercer el derecho a elegir al que va a velar por sus intereses y solucionar sus problemas en un país donde han decidido vivir pagando sus impuestos y cumpliendo sus leyes, ser también piezas útiles en su progreso.
Es un tema a resaltar sobre el cual pesa un silencio absoluto, aunque sea por parte de tendencias progresistas, o digamos de izquierda.