Caixa Carlet anuncia un consejo extraordinario el lunes para aprobar su fusión con Bancaixa

A la reunión con el Banco de España asistieron el presidente de Caixa Carlet, José Cortés, el director general, Alberto Miralles, y una representación del consejo, entre la que se encontraban también representantes de los trabajadores. La caja valenciana presentó, tal y como exigía el banco central tras la inspección, un avance de cierre del ejercicio 2000, en el que la entidad obtendría 70 millones de beneficios de su actividad anual, pero que los ajustes contables que les exige el Banco de España -unos 130 millones de pesetas- convertirían finalmente en unas pérdidas de 60 millones de pesetas. Según recoge un comunicado oficial de Caixa Carlet, el banco emisor considera que con unos recursos propios superiores a los 2.000 millones de pesetas y un proceso de fusión tan cercano, 'no tiene sentido periodificarlos [los ajustes contables]', explicó el director general de la caja, Alberto Miralles.

La entidad recordó ayer que el Banco de España insistía desde el año 1992 a la dirección y al consejo de administración de la caja en que tenían que adoptar medidas tendentes a la reducción drástica de los gastos de explotación, con lo que indirectamente apuntaban la dificultad de que Caixa Carlet continuara como entidad financiera independiente. Las recomendaciones del banco emisor cayeron en saco roto, dado que en 1993, fecha en que se produjo uno de los últimos intentos de fusión de la caja de la Ribera con Bancaixa, la propuesta no pasó del consejo de administración. Hoy, la operación parece irreversible y forzada por los acontecimientos.

El equipo directivo de entonces inició un proceso de expansión para aumentar el volumen de negocio con un crecimiento de los costes estructurales. Caixa Carlet cuenta en la actualidad con unas 19 oficinas en la comarca de la Ribera, donde surgió a principios de siglo, y unos 80 empleados. El estrechamiento de márgenes y el descenso de los tipos de interés han sido, a juicio de Caixa Carlet, dos factores a tener en cuenta.

En los últimos años, la caja se ha embarcado además en operaciones que superaban sus posibilidades. Es el caso de la compra de un 15% de las acciones del Hospital de Alzira, una participación promovida por la propia Generalitat, que ha pesado sobre el balance de la caja. El centro médico arrastra pérdidas desde su apertura, lo que ha obligado a Caixa Carlet a dotarlas.

La compleja escena política en Carlet ha influido en la evolución de la caja local durante los últimos años. La entidad financiera, cuyo consejo controla ahora el PP, ha tenido tres presidente en cinco años, que han entrado y salido del cargo en función de lo que acontecía en el Consistorio de Carlet, dirigido desde 1995 por la alcaldesa popular María Ángeles Crespo.

'Vista la situación y ante las medidas adoptadas', continuaba ayer el comunicado público, el Banco de España reiteró ayer a los responsables de Caixa Carlet la necesidad de reducir sus gastos de explotación, estimados en unos 200 millones de pesetas, y en la necesidad de fortalecer la entidad financiera de la Ribera.

La caja recordó ayer la decisión del consejo de administración del 20 de diciembre de iniciar los contactos de fusión 'con otra caja de ahorros, siempre que se salvaguarden los objetivos de la entidad: compromiso con los trabajadores, compromisos con los clientes y que se respeten los recursos destinados a la obra social'.

Según la entidad, la caja afronta la fusión con Bancaixa con un coeficiente de recursos propios a fecha de 30 de junio del 10,95%, un 36,8% superior al 8% del mínimo obligatorio.

Las negociaciones para la fusión por absorción deberán cerrarse, de acuerdo al calendario establecido ayer por Caixa Carlet tras la reunión del Banco de España, antes del lunes o martes próximo. Esto implica conversaciones inmediatas con Bancaixa y también con los socialistas para asegurarse que la operación saldrá adelanta con dos tercios de ambas asambleas.

Por su parte, Bancaixa, que no reconoce públicamente las negociaciones, ofrece en la actualidad ceder a la fundación Caixa Carlet tres de sus actuales inmuebles y una dotación inicial de 100 millones de pesetas. Estas condiciones deberán perfilarse en los siguientes días.