Una mala noticia
Podríamos agotar los términos del diccionario -bárbaro, canalla, cobarde, vil- para condenar el atentado terrorista del miércoles en Medellín.
Pero, pese a su crueldad, sería ingenuo creer que quienes lo cometieron desconocen lo que hacen. Por el contrario: bien saben que es abominable y precisamente por eso lo llevaron a cabo. Se trata de mandar un sangriento mensaje o realizar una miserable declaración de principios, y por ello se acude a un crimen que convoca estupor y rechazo generales.
Aterra que, como dicen los expertos, 'se barajen' cinco hipótesis sobre los autores del incalificable acto. Sólo unos pocos países del mundo sufren golpes como éste; y en esos países, las 'hipótesis de autor' no son más que una o dos, a lo sumo. El que las autoridades consideren que en Colombia hay al menos cinco agrupaciones delictivas capaces de semejante perversión revela hasta qué punto llega la demolición de los valores elementales de civilización en nuestro país.
(...) Hay muchas maneras de combatir al terrorismo y sus efectos, y una de ellas es movilizarse, demostrar que la ciudadanía es capaz de unirse y poner el pecho a la situación. (...) La sociedad colombiana (...) tiene que salvarse a sí misma. (...) Y, con tal fin, ha de hacerse presente, protestar, salir a la calle, manifestarse, movilizarse. (...) Lo de Medellín no debe ser un miserere, sino un toque de alarma para que la ciudadanía se exprese en defensa de los hilos de civilización que aún no han sido cortados.
Bogotá, 12 de enero
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.