El Defensor del Pueblo exige al Gobierno que acabe con los 30.000 asuntos pendientes en la Audiencia

Múgica visitó las secciones civiles y penales de la Audiencia el pasado 5 de diciembre y, tras dialogar con los jueces, se comprometió a elaborar un informe recogiendo sus quejas. En el texto, el Defensor tilda de 'altamente preocupante' la situación de la Audiencia madrileña respecto a los asuntos pendientes de años anteriores, y recuerda que García Paredes lleva meses pidiendo al Consejo del Poder Judicial y al Ministerio de Justicia que se creen al menos cinco tribunales para atajar los atascos y poner los asuntos al día en un periodo de cinco años.

Los inspectores del Consejo, tras analizar la situación de la Audiencia, han llegado incluso más lejos y estiman en siete las nuevas secciones necesarias. Sin embargo, 'y hasta el momento', según Enrique Múgica, 'no se han adoptado medidas encaminadas a aminorar el importante número de recursos que se hallan pendientes de ser resueltos'.

El defensor del Pueblo afirma que su institución no puede permanecer 'impasible' ante los retrasos de tres años que afectan a los recursos que llegan a la sección civil, pues ello afecta 'al derecho fundamental de todo ciudadano a recibir una tutela judicial efectiva'. También critica las deficientes instalaciones de la Sección Civil, situada en la calle de Ferraz, para que los jueces desarrollen su labor 'con dignidad'.

La Sección Civil es la que ve los recursos sobre los pleitos entre particulares (intromisiones en el honor e intimidad de las personas, impagos de deudas, subastas, desahucios...). Salvo los presidentes de las secciones, los otros tres magistrados que integran cada una de ellas carecen de despachos y comparten 'reducidos' habitáculos. Igual ocurre con las oficinas que alojan a los funcionarios. 'Abundan infinidad de legajos en armarios y sobre las mesas, y también en lugares destinados a otros menesteres, por ejemplo, en los servicios de caballeros', denuncia Múgica en su informe, que ha remitido al Consejo del Poder Judicial y al Ministerio para que adopten medidas.

Un cuarto magistrado

Entre otras recomendaciones, el defensor pide que se estudie la conveniencia de crear en cada una de las secciones penales de Madrid (11 salas que enjuician delitos graves, en la calle de Santiago de Compostela) la figura del cuarto magistrado para evitar que tengan que suspenderse vistas por carecer las secciones del número de magistrados titulares necesarios para constituirse válidamente. Otra recomendación es que se ponga en funcionamiento un gabinete de documentación que preste su apoyo cuantas veces sea necesario a los magistrados, al tiempo que les suministre los textos legales que precisen.

Múgica propone también que se informatice de forma completa e integral toda la actividad que se realiza en la Audiencia, tanto las funciones estrictamente jurisdiccionales como las de mera gestión, incluyendo en esta última faceta el tratamiento informático de las personaciones. El informe considera 'altamente preocupante' que a finales de 1999 hubiese pendientes en la Sección Civil 25.514 asuntos, que hoy se elevan a cerca de 30.000. Añade que estos recursos están pendientes pese al esfuerzo de los magistrados, que han conseguido de forma sucesiva en los últimos años un incremento en el número de asuntos resueltos.

Múgica señala, además, que la dilación en más de tres años que se viene produciendo a la hora de resolver los procedimientos afecta al derecho fundamental de todo ciudadano a recibir una tutela judicial efectiva en un plazo razonable, y que las instalaciones en las secciones civiles son insuficientes para desarrollar el trabajo 'con la dignidad que la función jurisdiccional requiere'. 'Los medios materiales', agrega, 'son anticuados e insuficientes'.

También ha detectado el defensor deficiencias en la sede de las secciones penales. Debido a las dimensiones de los accesos a este edificio no es posible que los vehículos que trasladan a los presos puedan entrar al interior, circunstancia por la cual aquéllos tienen que andar algunos metros esposados hasta que llegan a los calabozos.