El peor enemigo del perro
Dos asociaciones de protección de animales exhiben ejemplares abandonados para buscarles dueños
Se llama Tina y no tiene apenas un año. Posee cartilla veterinaria y un pedigrí que haría las delicias de cualquier chucho callejero abocado a vagabundear por no ser de raza. Pero a pesar de ser un hasky siberiano, Tina fue abandonada por sus dueños en la residencia canina donde, en principio, iba a permanecer por un período corto de tiempo. 'Ha estado seis meses allí después de que sus dueños pagaran sólo dos. Está claro que este perro fue un capricho momentáneo. Ni siquiera fueron a recogerla', explican los nuevos dueños de Tina, Beatriz y Antonio José. Esta joven pareja conocía de antemano la actividad organizada ayer en Almería por el Servicio de Protección de Especies (Seproes) y la asociación Montaña del Sol en la que, paralelamente a una exhibición y un concurso canino, se exponían canes abandonados y recogidos por estos colectivos para su adopción. Gratuitamente, sin trajines de papeleo, pero con el compromiso firme de responsabilizarse del animal, la jornada de ayer se saldó con el encuentro de un nuevo hogar para tres perros adultos y otros tres cachorros cruzados. Tras adquirir a Tina, Beatriz y Antonio José sólo tuvieron que dar su nombre, número de teléfono, dirección y los motivos por los que se quedaban con la perra. 'Yo siempre he querido tener un perro y los hasky me apasionan. Lo cierto es que esto ha sido una auténtica casualidad, porque está claro que este perro costó su dinero a quienes luego lo abandonaron', explica Antonio José.
El caso de Herminia y Albina, dos amigas que comparten piso y que ya tienen como animal de compañía a Coky, un caniche blanco, juguetón y revoltoso, fue más casual e improvisado. 'Nosotras ni siquiera sabíamos que se celebraba esto. Pasábamos por aquí, simplemente, y hemos visto la cara de cariño y necesidad que mostraba el pero', comenta Albina con su nuevo can en brazos, un cruce de setter que no tiene nombre. 'Eso es una cosa que va saliendo. Tiene cara de un nombre muy suave. A mí se me ha venido Taty, pero ya se irá viendo', apunta Herminia. Otro de los perros que se hicieron ayer con un nuevo dueño, de los 12 exhibidos para su adopción, fue una galga auténtica, abandonada en los decorados cinematográficos del desierto de Tabernas. 'Los miembros del rodaje de la serie Reina de Espadas se pusieron en contacto conmigo para informarme de este abandono. Incluso hicieron una colecta entre ellos para alimentarla', comenta la presidenta de Seproes, Eva María Morón. 'Otras veces simplemente te los encuentras en la carretera. También hay una perra cruzada que se encontró en una gasolinera y que hubiera muerto atropellada', añade Morón.
Los perros exhibidos para la adopción siguieron vivos tras su abandono por mérito y trabajo de Rafael Morales y Corinne Piaget, un matrimonio que gestiona un centro de adiestramiento y de residencia para perros en Pechina (Almería). A pesar de sus reducidos recursos, reservan un espacio no superior a las 20 plazas para albergar este tipo de animales. 'No recogemos a todos porque no podemos, es imposible. Tampoco tenemos ninguna ayuda económica y alimentar a 20 perros diariamente es algo que el bolsillo nota', sostiene el adiestrador. Aunque no todos consiguieron nuevo dueño, la actividad organizada se saldó con éxito para los organizadores del evento. A la jornada canina se sumó el tradicional concurso de mascotas con perros que, sin duda, tienen mejor suerte que la de sus compañeros regalados desde una esquina de La Rambla almeriense.
