La 'Misericordia' de José Luis Alonso se reestrena a los 10 años de su muerte
El empeño de Canseco, su ayudante de dirección durante siete años, lo ha hecho posible
También se han subido al carro numerosos profesionales que participaron en la aventura original que se desarrolló entre la fecha de su estreno, en 1972, y 1977, ya que el espectáculo se repuso en varias ocasiones gracias al gran éxito que obtuvo. Además de Mañas, autor de una entonces celebrada versión dramática de la novela de Benito Pérez Galdós, y Mampaso, responsable de la escenografía y los figurines, están varios actores, entre ellos la protagonista, María Fernanda D'Ocón, que repite en el papel de Benina: 'Como el personaje tiene 80 años, cuando la repongamos otra vez dentro de muchos años ya estaré en la edad perfecta', señala la actriz con humor.
El montaje se estrenará en el teatro Romea de Murcia, el próximo 20 de enero, y posteriormente visitará varias ciudades españolas, entre ellas Madrid, donde acudirá el mes de marzo al teatro Albéniz.
Misericordia supuso, dentro de la intachable y exitosa carrera de José Luis Alonso, uno de sus más importantes éxitos. Estrenado cuando dirigía el Teatro Nacional María Guerrero y corroborado por numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Teatro 1972, concedido a los actores D'Ocón y José Bódalo, a la puesta en escena y a Alfredo Mañas. Canseco dice que es una pena que no se pueda representar en el mismo teatro donde fue concebido el espectáculo.
'Aunque sea arriesgado, es viable este merecido homenaje, dando a conocer, a unas generaciones que no tuvieron la posibilidad de verlo, uno de sus más importantes trabajos', dice Canseco, quien ha recurrido a los archivos de TVE, del Museo Nacional de Teatro y del Centro de Documentación Teatral para remontar la obra tal y como fue concebida, además de contar con la memoria propia, la de Mañas y Mampaso, y la de ocho actores, entre los que se encuentran, además de D'Ocón, Luis Lorenzo, Concha Hidalgo, Juan Miguel Ruiz, Carmen Segarra, que repite como Pedra la Borracha, José Segura, que vuelve a ser Don Frasquito, y Julia Trujillo, que dice con ironía que no entiende por qué esta vez no le han dado el personaje de la jovencita Obdulia (que ahora hace Cristina Juan) y la ven bien en la madura Doña Francisquita.
La labor de recuperación de escenografía y figurines ha sido costosa, excepto en el caso del traje de Benina, ya que María Fernanda se lo llevó a su casa hace más de 20 años: 'Lo cogí porque yo quería que me enterraran vestida de Benina, con sus encajes y sus puntillas'.
Por razones profesionales no se ha podido contratar para esta reposición a otros actores que intervinieron en el montaje original, como José María Pou, Cesáreo Estébanez, Tito Valverde, Ana María Ventura, Paloma Bosselle o Félix Navarro. Otros compañeros de reparto ya han fallecido, como José Bódalo, José María Prada, Arturo López, Tote García Ortega o Luisa Rodrigo.
El escritor Alfredo Mañas, que no ha dudado en volver a involucrarse en el proyecto, señala: 'Salió una función imposible de superar, realmente es un acierto hacerla igual', dice el escritor, quien tras presenciar los ensayos concluyó que ahora suena mucho más actual que en los setenta: 'Hoy la gente corriente comenta los acontecimientos políticos y se habla de lo que pasa, mientras que en la época de Franco esto no ocurría; además se plantea la xenofobia y el problema de los sin techo, cosa que ahora es más actual', según Mañas.
Para Canseco, la obra está llena del humor español del esperpento, con aromas de Valle y Goya: 'Lo que hemos hecho no es una reconstrucción arqueológica, pero llegamos a los mismos resultados por otros caminos, los tonos y los ritmos son los de los actores de hoy, estamos ante un trabajo muy colectivo, no sólo en lo artístico, sino también en lo económico, el homenaje a José Luis es completo por parte de todos y de hecho hay actores que van a cobrar la mitad, o Mañas que lo hace gratis'.
Según D'Ocón, Alonso 'tenía una astucia especial para colocarnos a cada uno en el personaje que nos iba', a lo que añade Mañas, 'y un puntito diabólico', porque le invitaba a las audiciones de Misericordia diciéndole: 'Vente, es muy divertido ver la cara de los actores cuando no les das el papel'.
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