Más de 20 años de cárcel para el fundador del grupo Candi por estafa y fraude

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al fundador del grupo de empresas Candi, Antonio G. A., a más de 20 años de prisión y le ha impuesto una multa de 280 millones de pesetas por delitos contables, contra la Hacienda Pública y de estafa. El grupo Candi se constituyó en los ochenta para prestar servicios de seguridad, transporte de caudales y correspondencia urgente.

Antonio G.A. era el administrador de las 12 empresas que componían el grupo Candi, en cuyos órganos de dirección participaban familiares suyos. Durante el periodo de tiempo comprendido entre 1987 y 1990, ninguna de estas sociedades realizó registros contables ni utilizó libros de facturas recibidas o bienes de inversión. Según la Audiencia, el condenado cometió un delito contable y otro de estafa, ambos continuados, y siete contra la Hacienda Pública. Además de los 280 millones de pesetas de multa, Antonio A. G. deberá indemnizar a la Hacienda Pública con la cantidad estafada, 181,75 millones de pesetas. También deberá pagar 71 millones a la empresa Gimbarsa y cinco al particular Senador R. M.

El responsable de Candi desatendió sus obligaciones empresariales y, en ocasiones, llegó a presentar declaraciones fiscales en las que alteró las bases imponibles para no ingresar los impuestos que establecía Hacienda.

Como la situación económica de Candi se agravó, el administrador decidió emitir pagarés de la empresa, ya que no podía solicitar un crédito bancario por falta de solvencia. Consciente de que no podría devolver el dinero que pensaba recaudar mediante los pagarés, Antonio A. G. ocultó esa circunstancia a su intermediario financiero.

1.484 millones en pagarés

Entre febrero de 1990 y julio de 1991, Candi emitió un total de 728 pagarés. Por ellos percibió, a través de sus diferentes empresas, más de 1.484 millones de pesetas. No obstante, la grave situación del grupo continuaba, por lo que el empresario decidió en 1991 vender algunas de ellas. Pasaron a manos de Bifisa, que contaba con la financiación del Banco de Inversiones y Servicios Financieros. Al desprenderse de algunas sociedades, el grupo derivó en una nueva sociedad denominada Grupo Empresarial Candi S. A.

Las personas nombradas por Bifisa no pudieron poner remedio a la catastrófica situación de las empresas, por lo que decidieron venderlas y contactaron con los otros dos imputados en esta causa: Fernando G. N. P. y Rosendo L. G. Ambos han resultado absueltos.