Socialistas y PP no cuestionan la continuidad de su pacto en San Sebastián pese a la última crisis

La última crisis política es un episodio más en la accidentada colaboración que mantienen las dos formaciones desde que acordaron gobernar en coalición en el Ayuntamiento de San Sebastián. Sin embargo, la desavenencia surgida entre San Gil, portavoz del PP en el consistorio y presidenta de su partido en Gupúzcoa, y Elorza personalmente y entre sus partidos a nivel nacional por el homenaje a Lluch del día 12 no representa ninguna amenaza para el pacto de gobierno, según garantizaron ayer ambas formaciones.

San Gil asegura que la colaboración en las tareas de gestión municipal 'sigue adelante' e hizo hincapié en que la discrepancia con Elorza se reduce al 'terreno político', como ha sucedido con sus críticas a la actuación del regidor donostiarra en la organización del homenaje al ex ministro socialista asesinado por ETA.

La dirigente del PP considera que la relación entre los socios de gobierno es equiparable a 'un matrimonio con altibajos', aunque advierte de cara al futuro: 'Seguiremos actuando con libertad en cuestiones políticas, porque el alcalde no nos puede amordazar'.

'No vamos a plantearnos la continuidad del pacto porque este acuerdo no puede ser un yugo para expresar opiniones políticas', declaró ayer a este periódico San Gil, para quien la gestión del equipo de gobierno es 'muy buena'. A su juicio, el PP ha actuado 'siempre con lealtad' a su socio en los asuntos de índole municipal.

Desde las filas socialistas se garantiza que el pacto 'sigue adelante', aunque el portavoz de este grupo en el Ayuntamiento, Ramón Etxezarreta, reconoce que comienzan a sentirse 'aburridos de tantas polémicas'. 'Estamos cansados de que para el PP valga todo con el fin de responsabilizar de todo a Odón Elorza', asegura. En su opinión, la colaboración diaria se mantendrá 'mientras se sigan cumpliendo como hasta ahora los acuerdos de gobierno'.

El presupuesto se demora

Los socialistas achacan a sus socios la 'obsesión por atacar' al primer edil y auguran que 'estas polémicas se repetirán porque van a por quien van'. Censuran al PP su 'oportunismo político para encender la polémica cuando el alcalde está ausente' del Ayuntamiento, 'como ocurrió también cuando San Gil ordenó retirar las pancartas' colocadas por EH en uno de los balcones de la casa consistorial.

Socialistas y populares han jalonado su convivencia en el Ayuntamiento con llamativos desencuentros que han deteriorado las relaciones internas, la más reciente por el rechazo del PSE a la propuesta popular para expulsar a los concejales de EH de los órganos y patronatos municipales. Antes se sucedieron las polémicas a raíz de la aprobación del plan municipal de euskera, los acuerdos del Arcepafe o tras las críticas de Elorza al PP por lanzar propuestas 'imposibles', como la construcción del minimetro, con el fin de 'lograr protagonismo'.

No obstante, las discrepancias entre el PSE-EE y el PP están afectando también al funcionamiento del Ayuntamiento, pues aún no han consensuado las partidas del presupuesto de este año, cuya aprobación no se producirá antes de marzo. Etxezarreta aduce 'pequeños retoques técnicos' para justificar este retraso (el presupuesto de 2000 se aprobó a fines del año anterior), mientras que San Gil opone que Elorza todavía no les ha entregado el borrador.

Desde la oposición, la coalición nacionalista EA-PNV considera que la disputa entre los socios de gobierno demuestra que 'este pacto no responde a los intereses de los donostiarras, sino que esconde una estrategia política de largo alcance que, en absoluto, favorece la convivencia y la pluralidad en nuestra ciudad', afirmó ayer el edil de EA Josu Ruiz, que centra sus críticas en San Gil porque 'sólo busca el rédito electoral y la crispación continua'.