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Una norma obligará a revisar las instalaciones de butano cada dos años

F. Javier Barroso

Las instalaciones de gases licuados del petróleo (butano y propano) para uso doméstico serán revisadas cada dos años, según la normativa que ha aprobado la Comunidad de Madrid para acabar con las intoxicaciones de monóxido de carbono que se han registrado en las últimas semanas en la región. Esta medida de seguridad es igual a la que se impone a los equipos de gas natural, según informó el director general de Industria del Gobierno regional, Carlos López Jimeno.

La orden de Economía diferencia entre inspecciones y revisiones. Las primeras las efectuará la compañía suministradora cada cuatro años y no tendrán coste para los usuarios. Las revisiones, por el contrario, las llevará a cabo una empresa instaladora contratada por el consumidor. Éste tendrá que abonar su precio. Para recordarle la obligación de comprobar la instalación, la suministradora le enviará una carta con un plazo de un mes para pasar el control.

La norma recoge que entre una revisión y otra pasarán cuatro años. Igual tiempo se ha fijado para las inspecciones. Ambas se alternarán de modo que sólo transcurran dos años entre una y otra. Otra novedad de la normativa es que las inspecciones incluyan la medición del monóxido de carbono. 'Es una comprobación que no costará mucho y que compensa por el riesgo que evita', señaló el director general de Industria. También se aumentarán los controles sobre los deflectores (aparatos que impiden que el humo entre en el habitáculo). 'Es muy importante que la gente no tape las rejillas de ventilación.No se dan cuentan es que es una especie de seguro de vida para ellos', explicó López Jimeno.

El director de Industria aconsejó además la compra de calderas estancas. Éstas toman y expulsan el aire por un conducto externo al habitáculo en el que están instaladas. Con estos aparatos, se reduce 'de forma considerable' el riesgo de sufrir intoxicaciones. Eso sí, la Comunidad de Madrid no prevé subvencionar el cambio de equipos.

En 2000 se registraron 75 accidentes en instalaciones de gas de la región, en los que murieron siete personas. En Madrid hay 1,5 millones de equipos de gases licuados del petróleo y 1,1 millones de gas natural. Las clausuras por fallos en las instalaciones no superan el 0,1%.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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