Francia revela que cuatro de sus veteranos de los Balcanes padecen leucemia

El ministro francés reclamó ayer 'más información' sobre la hipotética relación de causa-efecto entre la utilización de proyectiles con uranio empobrecido utilizados por las tropas de EE UU y los casos de leucemia detectados entre los soldados de la OTAN que han pasado por los Balcanes. 'Francia no se vio obligada en ningún momento a disparar este tipo munición', dijo Richard, tras admitir que los carros de combate Leclerc disponen de este tipo de proyectiles.

En la actualidad hay cinco soldados franceses aquejados de leucemia en centros médicos del Ejército. 'Pero sólo cuatro de ellos estuvieron en Bosnia y Kosovo', precisó Jean-François Bureau, portavoz militar. 'El diagnóstico de los cuatro casos es tranquilizador' añadió, subrayando su evolución positiva al tratamiento.

Para el Ministerio de Defensa es importante averiguar lo sucedido, pues Richard, 'de momento', no quiere 'abandonar el uso de unas armas que nos dan ventaja en el frente'. Francia ha anunciado que participará en la reunión que el Consejo Atlántico celebrará el próximo día 9 en Bruselas y se ha sumado a la demanda italiana, portuguesa y belga para que la OTAN investigue el síndrome de los Balcanes.

El Ministerio de Defensa confirmó además que desde 1999 el Estado Mayor, el gabinete de investigación de GIAT, la mayor empresa francesa de armamento, y el Comisariado de la Energía Atómica estudian los posibles efectos del uranio empobrecido sobre la salud. Hasta ahora, sin embargo, se había descartado el riesgo radiológico, centrándose en sus efectos en el sistema renal o hepático, al tratarse el uranio de un metal pesado.

Por su parte, el ministro de Defensa español, Federico Trillo-Figueroa, se mostró ayer conforme con su colega portugués, Julio Castro Caldas, 'en la conveniencia de que sean los órganos de la Alianza Atlántica quienes sigan examinando a fondo las causas del problema, sin perjuicio de que cada país continúe realizando las pruebas y tests que considere oportunos'.

En declaraciones a varias agencias, el ministro agregó que el representante militar español ante la OTAN ha recibido instrucciones para que siga los trabajos de los expertos militares y que espera que de las reuniones que celebrarán la próxima semana tanto el Comite Militar como el Consejo Atlántico 'se puedan extraer ya algunas conclusiones y, si es posible, un procedimiento operativo común'.

Trillo-Figueroa insistió en desvincular la muerte del soldado sevillano Antonio González López, a causa de una leucemia, de la presencia de uranio empobrecido, recordando que dicho militar no estuvo en Kosovo, sino en Macedonia, y que la incidencia de generar esta enfermedad es de un caso por cada 33.000 personas.

En Roma, el Instituto de Tutela de las Fuerzas Armadas elevó ayer a ocho la lista de militares muertos por diversos tipos de cáncer después de haber prestado servicio en Bosnia, tras revelar dos nuevos casos. En un intento por frenar la inquietud que provocan estas noticias, el ministro italiano de Defensa, Sergio Mattarella, viajó ayer a Sarajevo para entrevistarse con mandos militares e infundir tranquilidad a los 1.500 efectivos del contingente italiano en este país. Mattarella aseguró que la única verdad sobre el síndrome 'es la científica', por lo que les pidió que confíen en los resultados de la investigación oficial sobre los efectos de las municiones de uranio empobrecido.

El síndrome de los Balcanes amenaza con convertirse en Italia en un devastador escándalo político, a cuatro meses de las elecciones generales. A las dificultades de hacer frente a la inquietud social provocada por las ocho muertes todavía no esclarecidas y la cincuentena larga de militares afectados por enfermedades de tipo canceroso, se suman las inevitables responsabilidades del Ejecutivo de centro-izquierda que 'ha gestionado' la guerra de Kosovo, defendiendo el papel de Italia en el conflicto como uno de sus mayores éxitos.

Los portavoces de los partidos de oposición, coaligados en la Casa de las Libertades, reclamaron ayer la comparecencia del primer ministro, Giuliano Amato, en el Parlamento para que dé cuentas de la situación.