Un nuevo incidente cuestiona otra vez la seguridad de la cárcel de Lleida
Otro grave incidente provocado por un preso catalogado como peligroso debido a su estado mental ha vuelto a poner de manifiesto el ambiente de inseguridad que existe en el centro penitenciario Ponent de Lleida. Un interno del módulo 3 agredió el pasado lunes a tres funcionarios en el momento de comunicarle su traslado a una celda de aislamiento. El sindicato Comisiones Obreras de prisiones ha denunciado la falta de un penal psiquiátrico en Cataluña para perturbados mentales.
El incidente ocurrió cuando un jefe de servicios y dos funcionarios comunicaron a Juan R. V. que lo iban a trasladar a una celda del Departamento Especial de Régimen Cerrado (DERC) como castigo por haber amenazado a otro trabajador de la prisión. El preso, conocido por su peligrosidad, reaccionó de forma violenta y atacó a patadas y puñetazos a los funcionarios. Antes de ser reducido por la fuerza, a uno de ellos le mordió en la cara.
Este enésimo altercado ocurrido en la cárcel leridana en los últimos meses ha propiciado una nueva denuncia de CC OO, cuyos responsables han acusado a la Generalitat de incumplir los acuerdos sobre prisiones que prevén la construcción de un penal psiquiátrico de 110 plazas en Can Brians.
Los funcionarios señalan que los perturbados mentales, como Juan R. V., deberían cumplir sus condenas en centros especiales y no en convivencia con los demás presos. 'Ahora, al no haber un lugar adecuado para ellos, permanecen en las enfermerías de las prisiones o deambulando por los módulos, lo cual es muy peligroso porque no se adaptan a la vida normal del centro', explicó un delegado sindical.
Presos peligrosos
Los sindicatos de prisiones llevan mucho tiempo denunciando que Ponent es un polvorín que puede estallar en cualquier momento debido a la masificación, al elevado porcentaje de internos peligrosos y a la falta de medidas de seguridad para vigilar a los 900 reclusos, de los cuales más de 80 están cumpliendo condena en el departamento de régimen cerrado.
Durante el pasado año se registraron más de un centenar de episodios violentos en los que participaron presos del módulo 3, uno de los más conflictivos en la prisión leridana. Los sindicatos reclaman que se aumente la plantilla de trabajadores en todas las cárceles catalanas y se les asignen más medios técnicos y materiales para garantizar la seguridad en las mismas.
Sólo en el pasado noviembre se produjeron en el centro penitenciario leridano dos incendios intencionados, el asesinato de un recluso y una brutal agresión de cinco skins que apalearon a un recluso de origen africano. En septiembre, el fiscal solicitó una indemnización de 40 millones de pesetas a la Generalitat, como responsable civil subsidiaria, para un preso de la misma prisión que fue agredido por otro preso.
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