El Guadix agranda la leyenda del torneo
El Valencia se dio de bruces con un torneo que ha provocado una escabechina entre la Primera División. El Guadix, colista del grupo IV de Segunda B, hizo añicos las aspiraciones del conjunto valencianista, líder actual de la Primera, campeón de la Copa hace tan sólo dos temporadas. El equipo de Cúper fue apeado ayer de un torneo aplaudido ahora por su capacidad de sorpresa, por causar estragos entre los favoritos. Y el Valencia era uno de ellos. También otro de los que no dio la talla. Como la pasada campaña ante Osasuna, el Valencia sale escaldado de la Copa del Rey. Anoche, ante el Guadix, último clasificado de su grupo en Segunda, con 11 puntos: sólo suma dos victorias en 18 encuentros disputados, con cinco empates y 11 derrotas. El equipo andaluz es el más goleado de su grupo, con 24 tantos en contra, y sólo 11 a favor.
El Valencia careció de recursos y se estrelló una y otra vez contra la ordenada defensa del Guadix, que jugó con alegría y se encontró mucho más a gusto en el campo. El Valencia abusó de la misma receta: balón largo a Diego Alonso, un tipo incordiador pero poco efectivo, relegado por el noruego Carew a citas como la de ayer. Pero el delantero uruguayo no mira el rival: se dedica a correr como un poseso, disponga su equipo o no de la pelota.
Tratando de cogerle la medida al campo estaba el Valencia cuando Carlos Pollo conectó un derechazo que batió al meta Palop. La euforia se desató en la grada, que afrontó con algarabía un choque totalmente inédito. La visita del líder de Primera División, subcampeón de Europa, metió en un festín a Guadix. Aún celebrando el tanto de Carlos Pollo, Pichi lanzó un tiro con la zurda desde 35 metros que limpió la escuadra izquierda de Palop. El Valencia asistía estupefacto e impotente al varapalo que recibía. El conjunto de Héctor Cúper era un alma en pena, incapaz de hacerle frente al colista del grupo IV de Segunda B. El público estalló de alegría cuando Samuel marcó el tercer gol del conjunto granadino. El resultado era tan contundente que los jugadores de Cúper se quedaron congelados. Sólo al final de la primera parte, Vicente, de falta, maquilló el resultado al descanso.
En la segunda parte, el Valencia recuperó el aliento. Nada más comenzar, Baraja sacó petróleo de un pase de Sánchez para marcar el 3-2. Pero lejos de hundirse, el conjunto andaluz continuó atacando la portería de Palop, desconcertado, aunque con menos frecuencia. Sin embargo, el Gaudix estaba ayer en racha, y Samuel remató de cabeza a gol un córner botado por Pichi. El Valencia empujó en los últimos 15 minutos de partido, buscando el milagro. Se produjo con la salida de Zahovic, que resultó un revulsivo. El descuento no resolvió nada y la tanda de los penaltis hicieron justicia con el pequeño.
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