Sanidad desvió 708 millones para cubrir deudas del plan de choque

Año tras año, la Consejería de Sanidad insiste en dotar con 1.000 millones de pesetas la partida destinada a hacer frente a las intervenciones que las clínicas privadas realizan a los enfermos de la sanidad pública a través del llamado plan de choque, puesto en marcha en 1996, tras la llegada del Partido Popular al Consell, y que lleva consumidos 11.000 millones de pesetas. Ejercicio tras ejercicio, Sanidad sobrepasa la cantidad presupuestada, lo que resuelve desviando fondos dirigidos inicialmente a otros fines. El 29 de septiembre de 2000, la Consejería de Economía autorizó desviar 708 millones de pesetas de gastos de funcionamiento de atención especializada -hospitales, centros de especialidades- para destinarlos a la línea de subvención denominada 'reintegro de gastos por asistencia quirúrgica', el llamado plan de choque. Los 1.000 millones presupuestados para pagar este gasto se sobrepasaron ya durante el primer trimestre. Según datos ofrecidos por Sanidad, a lo largo de los seis primeros meses de 2000 las clínicas privadas atendieron a más de 12.326 enfermos pendientes de operar en la sanidad pública, unas intervenciones que se tradujeron en 1.405 millones de pesetas en favor de los centros privados, de acuerdo con los precios por operación fijados por Sanidad. De esta forma, el presupuesto se sobrepasó en más de 400 millones a mediados de año. Además, de los 1.000 millones de pesetas, 300 estaban destinados a un nuevo plan contra las listas de espera, el plan Exprés, que se ha quedado sin fondos.

De mantenerse el ritmo de intervenciones realizadas durante el primer semestre de 2000, a final del año pasado se habrán sobrepasado las 24.000 operaciones y los 1.800 millones de pesetas destinados al plan de choque. En 1998 y 1999 se intervino a 24.939 y 21.861 personas y el gasto desembolsado dirigido a las clínicas privadas fue de 2.739 y 2.555 millones de pesetas, respectivamente.

La diputada socialista María José Mendoza criticó ayer la disminución de recursos destinados a la sanidad pública en dirección a la privada que supone este desvío presupuestario y denunció la 'falta de previsión presupuestaria' de Sanidad. Por otra parte, el portavoz socialista en las Cortes, Joaquim Puig, indicó ayer en Castellón que lo ocurrido en Sanidad es un ejemplo 'de lo que es la salud pública para el PP'. El Gobierno sólo ha ejecutado un 17% del presupuesto de 17.000 millones que tenía para Sanidad, según Puig, mientras arrastra centros de salud pendientes desde 1996. Puig indicó que la 'ruina' en la que se encuentra Caixa Carlet 'es síntoma de que el sistema de gestión del hospital de Alzira ha fallado', informa María Fabra.