El coche bomba colocado por ETA en Sevilla contenía 160 kilos de dinamita
La constatación, tras el pesaje, de que la carga explosiva era superior a la calculada inicialmente aumentó la gravedad del intento de atentado por las consecuencias destructivas que habría tenido. Si hubiesen explotado los 161 kilos de dinamita, que fuentes policiales relacionan con los 8.000 kilos que ETA robó en septiembre de 1999 en Bretaña (Francia), habrían reducido a escombros el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social frente al que estaba aparcado el coche bomba. Los daños que habría causado en el cercano Hotel Occidental y en los edificios de la glorieta situada entre las calles Kansas City y José Laguillo así como en la estación del AVE, Santa Justa, resultan difíciles de calcular, pero habrían sido espectaculares. La dinamita, entre tres y cuatro veces más potente que el amosal, habría causado efectos trágicos en caso de que su explosión hubiera alcanzado a personas.
El descubrimiento de que la cantidad de explosivo colocado es mucho mayor del inicialmente calculado da más credito a otra de las líneas de investigación que siguen los expertos antiterrorismo, que consiste en que el artefacto no estaba destinado en realidad a destruir el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social ni constituía una trampa para los artificieros. Para objetivos de ese tipo bastaría una cantidad mucho menor de dinamita.
Algunos expertos en lucha antiterrorista reconocen que va creciendo la sospecha de que ETA planeaba utilizar los 161 kilos de explosivo contra un objetivo todavía no identificado. Algunas fuentes policiales estiman que la magnitud de una deflagración como la que habría producido la dinamita colocada en el coche bomba hace temer que estuviese destinada a un atentado de gran envergadura, que no sólo dañase un edificio emblemático, sino que además provocase la muerte de muchas personas y crease un impacto pavoroso.
El apresuramiento con que fueron dadas las primeras versiones oficiales también ha contribuido a alentar diversas teorías, ya que en un primer momento se aseguró que el coche bomba podía llevar varios días aparcado frente al edificio de la Tesorería de la Seguridad Social. Sin embargo, investigadores policiales no consideran creíble esa suposición y tratan de averiguar si el vehículo fue colocado frente a ese edificio de la Seguridad Social tras un hipotético fallo en la consecución de otro objetivo. El día en que fue detectado el coche bomba, el director general del Cuerpo Nacional de Policía, Juan Cotino, aseguró que los terroristas habían aprovechado los numerosos desplazamientos de coches, con motivo de las fiestas navideñas, para llevar el vehículo robado el 13 de diciembre en Francia hasta el lugar donde se le instaló la bomba y, posteriormente, a Sevilla. Esa teoría concuerda con la mostrada por el Ministerio del Interior, que cree que se trata de un intento de atentado cometido por un comando itinerante, descartando así la posibilidad de que exista una estructura sólida y estable de apoyo a ETA en Andalucía. Las versiones oficiales sobre las últimas actuaciones de ETA en Andalucía han estado salpicadas de afirmaciones confusas y contradictorias a ese respecto.
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