Riesgo de colapso
A la peseta le queda algo más de un año de vida. A partir del 28 de febrero de 2002 perderá su estatuto de divisa nacional de España después de haber convivido durante dos meses con el euro.La transición no será fácil. Igual que en el resto de Europa, en España, de media, una de cada tres empresas asegura no haber tenido tiempo aún para adaptar su contabilidad a la nueva moneda, y existe una confusión importante sobre el calendario, pese a la reiterada información oficial sobre el tema.
La Comisión Europea advierte de que si las pymes no intensifican sus esfuerzos durante los próximos meses y la situación no mejora, se corre un riesgo de colapso importante el 1 de enero de 2002.
Los Estados miembros de la zona euro ya han establecido sus propios calendarios para la fabricación de los billetes y monedas en euros y para su suministro a bancos, comercios y entre la población. Todo debe estar listo para el 1 de enero de 2002.
Cada país tiene su teoría para hacer frente a este reto. Están los que, como Austria, piensan que hay que esperar hasta el último momento para hacer los cambios. Otros, como Francia, prefieren hacer un cambio progresivo que permita familiarizar al consumidor. Lo que está claro es que más de la mitad de la población (53%) se siente mal informada sobre el euro, un resultado insuficiente para la Comisión Europea a pesar de los progresos.
La mayoría desconoce los calendarios de introducción de las monedas y de los billetes en euros, tampoco saben con exactitud la tasa de conversión de sus monedas nacionales y son muy pocos los que prueban a memorizar algunos precios en euros. El euro es poco utilizado por los particulares en sus pagos transfronterizos, compra de títulos financieros o en la apertura de cuentas bancarias.
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