La Caixa elevará su participación en Repsol cinco puntos, hasta el 15%

La Caixa quiere elevar su participación en la petrolera Repsol-YPF desde su actual 9,9% hasta un máximo del 15%, lo que la convertiría en el primer accionista de la empresa. La caja ha pedido permiso al Gobierno para esta operación, ya que el Ministerio de Economía se reservó en 1997 el derecho a autorizar los aumentos de las participaciones de los socios de las empresas privatizadas. El BBVA, hoy primer accionista de Repsol-YPF, junto a la caja de ahorros, no se ha planteado elevar su actual participación del 9,6%.

La Caixa afirma que su interés por elevar su participación en la petrolera se debe a que se trata de una de sus participadas más importantes, que le proporciona una alta rentabilidad. Repsol-YPF ha tenido un espectacular crecimiento de sus beneficios, que han ascendido a 294.835 millones de pesetas entre enero y septiembre, un 204,4% más que en igual periodo del año anterior, con lo que lleva camino de convertirse en la primera empresa española por beneficios, superando a Telefónica.El interés de la caja por aumentar su participación en la petrolera se produce en un momento en el que el valor de la empresa ha sufrido una fuerte caída en bolsa y cuando Endesa e Iberdrola han anunciado su intención de reducir su participación. Las acciones de Repsol-YPF bajaron ayer un 3,32% y cerraron a 17,13 euros. La petrolera, que nunca ha ocultado su preocupación por quedar engullida por otra multinacional del sector, valía ayer 3,47 billones de pesetas, un 25,59% menos que a principios de año. A los precios actuales, La Caixa debería invertir en torno a 175.000 millones de pesetas para elevar su paquete accionarial desde el 9,9% actual al 15%.

En esta situación, La Caixa pidió hace una semana al Gobierno autorización para elevar su participación, según informó ayer Abc. Pero la entidad se mostró ayer prudente y señaló que no tiene decidido en qué momento comprará más acciones porque debe esperar a que el Ejecutivo le autorice a ampliar su participación.

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De momento, las cosas no pintan mal para La Caixa. El Gobierno ha pedido su opinión a la Comisión Nacional de la Energía, que no ha puesto obstáculos a la pretensión de La Caixa de aumentar su paquete de acciones, según dijeron ayer fuentes de este organismo, informa Santiago Carcar. Ahora, la última palabra la tiene el Ministerio de Economía.Hace unos meses, La Caixa ya recibió permiso del Ejecutivo para elevar su participación en la eléctrica Endesa, en la que se ha reforzado tras salir de Hidrocánbrico. En la actualidad, La Caixa tiene el 5% de Endesa.

Pero un eventual aumento de su participación en Repsol-YPF no ampliará el poder de la caja. Los estatutos de la petrolera limitan a un máximo del 10% el número de votos por accionista en el consejo de administración, aunque se tenga mayor porcentaje de acciones. De esta forma, La Caixa mantendrá sus dos miembros en el consejo de admistración -el propio presidente de la caja, Josep Vilarasau, que es vicepresidente de Repsol, y Antoni Brufau, director general de la caja y consejero de la petrolera-.

El BBVA tiene igual peso en el consejo de Repsol-YPF -el copresidente Emilio Ybarra como vicepresidente, y José María Abril, como consejero-. El tercer accionista de peso en la petrolera, la mexicana Pemex, también tiene dos miembros en el consejo, con una participación del 5% en el capital.

Se da la circunstancia de que Repsol y La Caixa mantuvieron a principios de año un pulso de poder en la filial Gas Natural. Repsol, con el 45% del capital de la empresa gasista, pasó entonces a tener mayoría de miembros en su consejo de administración, mientras que La Caixa, con el 25%, mantuvo la presidencia.

En aquel momento, se decidió que Brufau siguiera como presidente de Gas Natural. La posible condición de primer accionista de La Caixa en Repsol tampoco alteraría en este momento la correlación de fuerzas en Gas Natural.

Por otra parte, Repsol YPF y la brasileña Petrobras dieron ayer un gran paso estratégico para sus negocios en América Latina, al firmar un acuerdo de intercambio de activos por 1.000 millones de dólares (unos 180.000 millones de pesetas). El acuerdo consolida el desembarco de Repsol-YPF en Brasil, donde el presidente, Fernando Henrique Cardoso, no autorizó ayer a Petrobras a cambiar su nombre por Petrobrax, como pretendía.