Los abuelos escriben a los Reyes Magos

La ilusión no es sólo cosa de niños. Los mayores, en este caso los más mayores, también tienen sueños por cumplir, cartas que escribir a los Reyes Magos. A veces piden pequeños caprichos: unas medias, unas zapatillas de estar en casa, una camisa.... Otros son más difíciles de conseguir, como ver el mar o que sus familias les lleven de vuelta a casa. El padre Ángel García, de la ONG Mensajeros de la Paz, se ha transformado estos días en un Rey Mago empeñado en que 5.000 ancianos se vayan a la cama el día 5 de enero pensando que a la mañana siguiente alguien se habrá acordado de ellos."Los mayores también creen en los Reyes Magos", afirma el padre Ángel, "es importante recordar que los abuelos también tienen sueños por cumplir y que a ellos les queda menos tiempo y a veces tienen pocos medios". Desde hace una semana, Mensajeros de la Paz recibe cartas de los ancianos que viven en sus 120 residencias y también de todos los que quieren participar en esta campaña solidaria. Son cartas escritas en papel infantil y con letra que también parece infantil. Se diferencian de las que redactan los críos en que sus peticiones son pocas.

"Me gustaría pasar el día de Reyes con mis hijos", solicita Paquita, a quien su familia ha llevado a vivir a una residencia. "Hemos hablado con ellos", dice el padre Ángel, "para ver si ese día pueden hacerse cargo de ella".

En Mensajeros de la Paz están convencidos de que detrás de todas las peticiones de los abuelos hay claros síntomas de falta de cariño, de sueños rotos. "Muchas mujeres piden una muñeca, una pepona, porque quieren dormir con ella o porque aseguran estar hartas de que en su cuarto sólo haya medicinas".

Para otros mayores sus deseos tienen que ver con pequeños placeres. "Muchas mujeres piden ir a una peluquería y hay hombres que dicen que les gustaría afeitarse un día en una barbería", cuenta el padre Ángel. En el despacho de este Rey Mago de Mensajeros de la Paz se apilan las cartas. "A muchos les cuesta escribirlas, pedir algo tan sencillo como unas zapatillas, porque no creen que alguien pueda acordarse de ellos. Hay que convencerles de que escriban. A veces la tarea se complica, ya que algunos apenas saben escribir y otros no ven bien. Pero siempre hay alguien dispuesto a echar una mano".

Entre las cartas que la ONG está en vías de satisfacer está la de un grupo de ancianos que ruega ver el mar por primera vez. "Iberia ya nos ha regalado 20 pasajes para ir a Canarias. Se van el día 7 de enero", afirman. También hay un hombre que demanda un teléfono móvil. "No sé muy bien para qué lo quiere, ya que no tiene nadie que le llame. Pero si es feliz así intentaremos conseguirle uno", explica el padre Ángel. "Una fábrica de chocolates nos ha regalado 6.000 tabletas. Con ellas vamos a preparar a todos los abuelos un paquete de golosinas, lo que ellos en sus tiempos llamaban un revoltijo y que ahora los niños conocen como chuches", añade.

Las peticiones a los Reyes Magos también se pueden hacer llamando al Teléfono Dorado (900 222 233). Las sedes en toda España de este servicio serán receptoras de cartas y de regalos.

El padre Ángel busca de manera apresurada ayuda: "Necesitamos una peluquería que colabore con nosotros. Un hotel que permita a algunos mayores dormir una noche en una de sus habitaciones, algo que en su vida han hecho. Nos hacen falta también pequeñas cosas: desde bufandas a bolígrafos... Pedimos la ayuda de todos, a través de regalos o de aportaciones económicas, para poder comprar lo que no tengamos".

La empresa de mensajería MRW intervendrá a modo de cartero real: 600 de sus empleados recogerán y llevarán hasta el día 6 de enero obsequios de un lado para otro. "En la sede de Mensajeros de la Paz, en la calle de Santa Engracia, 118, de Madrid, recogemos tanto cartas como regalos de quienes quieran colaborar. También pueden llamar al 902 300 400", anuncia el padre Ángel.

Mientras llega el 6 de enero, en una sala de esta asociación se exponen los primeros obsequios recibidos. Ayer, una mujer apoyada en un andador miraba emocionada todo aquello. "Padre Ángel, si no es mucho pedir, a mí me gustaría esa chaqueta de punto". "Pues escribe tu carta a los Reyes Magos. Tienes que creer", le respondió el sacerdote.