"La filosofía española ha sido siempre muy pragmática"

Aunque nacido en Badajoz hace 37 años, Joaquín García Weil, filósofo, hijo y nieto de periodistas, vive en Málaga desde hace 30. Un libro suyo, Manual de primeros auxilios para vidas destrozadas, ha servido a la editorial andaluza Santideva para arrancar en el mercado editorial. Tras haberse dedicado a la enseñanza durante años, Weil tiene ahora otro objetivo: que la filosofía esté en primera línea de las librerías. Su manual no es un tratado de metafísica. Es la constatación de alguna certeza: que el ser humano "necesita orientación y que el primer conocimiento que necesitamos es cómo vivir cada día".Pregunta. Si no da clases y dedica su vida a "la indagación filosófica y la escritura", ¿de qué vive usted, si no es mucho preguntar?

Respuesta. Soy una persona de carácter austero.

P. Pensó: si Diógenes pudo vivir con su tonel, ¿por qué no yo?

R. Casi. Me hice el mismo planteamiento que David Hume, que de joven llevaba una vida muy austera, y comía muy, muy poquito. Resulta que le encargaron en una ocasión un fragmento de la historia de Inglaterra. Y tuvo tanto éxito que ganó algo de dinero. Enseguida le encargaron una historia general. Y la rechazó diciendo que ya era 'demasiado rico, demasiado viejo y demasiado gordo'.

P. ¿Se cansó de dar clase a 40 chavales que pasaban de Kant?

R. No, no. Cuando uno se ha dedicado gran parte de su vida a aprender y estudiar la enseñanza se convierte en algo indispensable e inevitable. Y ocurre que sólo se aprende de verdad enseñando. Lo que pasa es que cuando uno siente que tiene que realizar una tarea, la realiza. Y yo siempre supe que quería escribir .

P. Explique qué guarda su libro.

R. El concepto es sencillo. Todos los seres humanos nacemos en la ignorancia. El ser humano necesita orientación, aprender. El primer conocimiento que necesitamos es cómo vivir cada día. Y eso es este manual: una meditación en voz alta.

P. Un libro práctico.

R. La filosofía española ha sido siempre muy pragmática. Fíjese en Gracián, cuyo valor vinieron a ponerlo en boga los americanos. O Marco Aurelio, Séneca, Miguel de Molinos...

P. ¿Cuál es su teoría elemental?

R. Que la realidad es alegre si alcanzamos la lógica del optimismo. La inteligencia se debe emplear para fines buenos. Para alcanzar la alegría elemental que hay en las cosas y en uno mismo.

P. Usted no promete nada.

R. Soy un narrador de ideas que traza un itinerario en su propia vida. Cada hombre en cada momento encarna la sabiduría, la esencia de los asuntos en que se ocuparon en su época. El único conocimiento validado es el de la propia experiencia. Y eso ofrezco.