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La coalición que destronó a Milosevic en octubre aspira al 60% de los votos

Algo más de 6,5 millones de personas, convocados hoy a las urnas para elegir el nuevo Parlamento de Serbia, podrán escoger entre ocho coaliciones o partidos. No obstante, sólo la denominada Oposición Democrática de Serbia (DOS), del presidente federal de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, la organización que destronó a Slobodan Milosevic en las urnas y en la calle, tiene asegurada una victoria, que los sondeos pronostican arrolladora.

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El cabeza de lista de la DOS, y candidato al puesto de primer ministro de Serbia, el filósofo de 48 años Zoran Djindjic, declaró ayer en Belgrado a un grupo de periodistas occidentales que esperan lograr más de un 60% de votos. No tendrá problema alguno, pues los sondeos pronostican el 71%.En tres meses las cosas han cambiado mucho en Serbia. La oposición al régimen del derrotado y derrocado ex presidente federal yugoslavo, Slobodan Milosevic, hace medio año dividida en una sopa de letras de partidos, grupos y grupúsculos, se presenta a las elecciones de hoy unida bajo las siglas de la DOS. Los partidos que apoyaron, en mayor o menor medida, al régimen de Milosevic acuden a la elección divididos en siete siglas o logotipos, de los que sólo el Partido Socialista de Serbia (SPS) tiene asegurada la entrada en el Parlamento al rebasar el 5%, porcentaje mínimo exigido por ley para conseguir escaños. Los sondeos pronostican un 13% para el SPS de Milosevic, sin duda un descalabro a pesar de todo.

Además del SPS, sólo los ultranacionalistas radicales (SRS), del fascistoide Vojislav Seselj, que hasta octubre participaban en el Gobierno de Serbia, cuentan con posibilidades de romper la barrera fatídica si es que logran el 7% que les otorga la demoscopia.

A parte del caso de Vuk Draskovic, las restantes cuatro opciones están condenadas al fracaso y a quedarse sin diputados. Todos ellos juntos no sumarán más que un 3%, según los sondeos. Pese a su insignificancia, merece la pena analizar su composición, porque reflejan una Serbia en vías de desaparición.

La Izquierda Unida Yugoslava (JUL), una especie de secta marxista que dirige Mira Markovic, la otrora poderosa esposa de Milosevic, está condenada al fracaso al presentarse en solitario y sin formar coalición, como en anteriores elecciones, con los socialistas de Slobodan. JUL se ha ganado el odio del pueblo serbio, que la culpa de los males de la etapa anterior. Durante años JUL parecía más una organización mafiosa que un partido que se autodefine como marxista.

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El Partido de la Unidad Serbia (SSJ) es un grupúsculo heredero nada menos que del tristemente célebre paramilitar Zeljko Raznatovic, más conocido como Arkan, asesinado el 15 de enero de este año en el vestíbulo del mismo hotel de Belgrado donde ayer se reunía Djindjic con los observadores parlamentarios de los países de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). El partido de Arkan no tiene la menor posibilidad de lograr los cinco diputados que consiguió en 1992, pero ha contribuido, sin duda, al folclore electoral. Uno de sus anuncios en televisión mostraba al grupo de sus candidatos que se santiguaban, todos a una, delante de una iglesia ortodoxa.

Completan la lista de partidos dos escindidos del SPS de Milosevic. Se trata del Partido Socialdemócrata Serbio (SSP), que dirige Zoran Lilic, el ex presidente de Yugoslavia anterior a Milosevic, y el Partido Democrático Socialista (DSP), de Milorad Vucelic, ex director de la televisión serbia (RTS). Estos dos destacados socialistas han roto con el SPS y con Milosevic, a quien acusan de haber llevado al socialismo serbio al desastre. Ambos pretenden crear una corriente socialdemócrata en Serbia, comparable a la socialdemocracia occidental, pero no han sido capaces de unirse bajo unas siglas comunes.

El llamado a desempeñar el cargo de primer ministro de Serbia, Djindjic, declaró ayer a un grupo de periodistas, tras reunirse con los parlamentarios de la OSCE: "Espero, según los sondeos, sacar más de un 60%. La gente considera esta elección como una culminación de lo iniciado en septiembre con las reformas políticas y espera que lleguen las reformas económicas, que se noten las reformas económicas igual que las políticas". Según Djindjic, "Milosevic ha desaparecido definitivamente y creo que no tiene ninguna posibilidad de volver". El futuro primer ministro sostiene: "De momento, no hay alternativa a la DOS, que es el resultado del consenso de la sociedad sobre la necesidad de la democratización".

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