El Gobierno regula la apertura de la telefonía local, pero aplaza la fijación de las tarifas
El Gobierno apurará los plazos hasta el final para fijar los precios que pagarán a Telefónica el resto de operadores por tener acceso al denominado bucle local, el último tramo de la red telefónica que llega directamente al domicilio del abonado y que aún está en manos del antiguo monopolio. El Consejo de Ministros dio ayer el penúltimo paso para que se haga efectiva esa apertura al aprobar el reglamento técnico que regula las condiciones de acceso a la red de Telefónica. En el reglamento no se incluyen los precios por el uso de esta red, el asunto clave de la liberalización y sobre el que se plantea un díficil equilibrio: romper el monopolio pero sin perjudicar la inversión.Las fuertes discrepancias entre Telefónica y sus competidores, y el tira y afloja de la empresa que preside César Alierta con los ministerios implicados en la negociación (Economía y Ciencia y Tecnología) han motivado que el Ejecutivo haya retrasado la aprobación de los precios hasta la última reunión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del próximo jueves, tan sólo tres días antes de que venza el plazo dado por Bruselas para la apertura definitiva de la telefonía local, el 1 de enero de 2001.
Ni alto ni bajo
Así lo reconoció la titular de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, al término del Consejo, al señalar que el precio por el alquiler de cada bucle de abonado "no puede ser demasiado alto porque perjudicaría la entrada de nuevos operadores en las llamadas metropolitanas, ni demasiado bajo porque desincentivaría la inversión", puesto que haría poco atractivo para las compañías el despliegue de un red propia.Ese equilibrio es aún más frágil por el procedimiento de infracción que sigue la Comisión Europea contra el Gobierno español al considerar que no ha realizado el reajuste tarifario que le pide Telefónica, consistente en una subida de la cuota de abono. De hecho, el Ejecutivo puede aprovechar las tarifas de la apertura del bucle para saldar ese conflicto que le enfrenta a la operadora y que le exige 298.000 millones en compensaciones, según fuentes de la negociación.
Telefónica estima que el alquiler total del bucle debe costar 2.646 pesetas mensuales, lo que daría derecho al otro operador a dar todo tipo de servicios (transmisión de voz, de datos e Internet). Además de esta modalidad, denominada bucle desagregado, el operador dominante ofrece la posibilidad a sus competidores del bucle compartido, que consiste en el alquiler de todos los servicios excluyendo los de voz, por lo que pide 1.804 pesetas al mes.
Los competidores de Telefónica están divididos. Los que tienen más cuota de mercado y una red propia emergente desean que se sitúe en el entorno de las 2.000 pesetas. Los que se limitan a revender servicios, y apenas disponen de infraestructura, quieren un alquiler mucho menor. Por último, a los operadores de cable, que, por la propia naturaleza de su negocio, ya llegan al domicilio del abonado, les interesa que el alquiler sea los más elevado posible.
Referencias de la UE
Las referencias de los países de la Unión Europea son muy variadas, desde las 2.840 pesetas que se han aprobado recientemente en Francia hasta las 1.381 pesetas de Dinamarca, o las 3.703 pesetas que se cobran en Finlandia.La fijación de esas tarifas tiene mucho que ver con la cuota que los abonados pagan mensualmente a Telefónica, puesto que los nuevos operadores, al sustituir en la práctica al antiguo monopolio a todos los efectos, tienen como referencia obligada dicha cuota.
No obstante, la ministra aclaró que esa relación no es directa, como prueba el hecho de que en algunos países europeos la cuota de abono está por encima del alquiler del bucle y, sin embargo, en otros, está por debajo, en cuyo caso el nuevo operador compensa ese déficit con la facturación de más servicios. "Lo ideal es que no haya mucha distancia entre ambas cuotas", dijo Birulés.
Para resolver ésta y otras cuestiones que plantean la apertura del bucle habrá que esperar a la próxima semana. El precio de alquiler del bucle será fijado la primera vez por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos y el resto de las condiciones de la oferta pueden ser modificadas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
A partir de ahí, las modificaciones, tanto de precios como de condiciones, se efectuarán por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Se trata de un esquema de control administrativo similar al que rige para la oferta de interconexión de referencia, que fija los precios que puede cobrar Telefónica por el uso de su de red.
La ministra insistió en que para fijar las condiciones técnicas y las tarifas se tendrán en cuenta las sugerencias de todas las partes.
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