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FÚTBOL La resaca de la jornadaEL PERSONAJE - PERIKO ALONSO

El médico sin receta

El técnico de la Real demuestra no ser ni el problema ni la solución

Cuando el consejo de administración de la Real Sociedad, tras la destitución de Clemente por los malos resultados del equipo, se planteó la búsqueda de un sustituto, el primer nombre que se puso sobre la mesa fue el de Periko Alonso, un ex futbolista de tronío, pero un entrenador sin pedigrí. Su currículo en el banquillo alcanzaba al Éibar, un equipo todoterreno de la Segunda División. Nada más. Pero su perfil parecía el adecuado en tiempos de crisis: el carácter de Clemente, pero el RH realista hasta la médula. Con él, supuestamente, se resolvían los problemas: nadie como Periko Alonso encarnaba la reacción testicular del equipo y nadie más que él resolvía la vuelta a los orígenes.Alonso fue el prototipo pulmonar de aquel equipo memorable de la Real que en 1981 y 1982 obtuvo dos Ligas con Alberto Ormaetxea en el banquillo. Diego, Zamora, López Ufarte, Satrustegui ponían la calidad y Alonso todo lo demás. Ese afán derrochador en el terreno de juego le llevó al Barcelona porque ningún entrenador reniega de un lugarteniente como él: disciplinado, incansable, táctico y generoso. Algo así como el futbolista que los demás futbolistas necesitan para ser quienes son.

Sin embargo, cuando el consejo de la Real se planteó su nombre no hubo unanimidad. Casi nunca la ha habido desde que la Real enfiló la pasada temporada su actual deriva. Pero Periko Alonso no era ni el problema, ni la solución. Los males son internos. A Periko le han entregado un barco que amenazaba naufragio por una mala política de fichajes y una dirección del club cambiante y muy discontinua. A él le ha tocado gestionar la crisis. Cuando la pasada temporada la Real destituyó a Krauss le dieron su equipo a Clemente. Ahora le han dado a Periko Alonso el equipo de su antecesor. De nuevo se convierte en algo asñi como el médico sin receta. La inestabilidad predomina en la Real, lo que da paso a la improvisación y al miedo.

Con Periko Alonso la Real tampoco levanta cabeza. Es un asunto más profundo que las contigencias del banquillo, pero la solución no pasa por medidas traumáticas. Ahora mismo nadie sabe cuál es la solución de la Real para salir del agujero. Por lo tanto se ficharán futbolistas (ya han contratado al georgiano Demetradze). El año pasado la terapia dio frutos, pero aplazó la enfermedad. La convalecencia continúa.

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