Aznar se queda solo en el Congreso al alabar los resultados de Niza

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no encontró ayer ningún eco en el Parlamento -su propio grupo renunció al turno de palabra- cuando afirmó que la cumbre de la Unión Europea celebrada el pasado 7 de diciembre en Niza constituyó "un paso transcedental" para la construcción de la UE, tras el que "España es un país grande". El acuerdo no merece más que "un aprobado ramplón", según el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

El líder de la oposición, muy crítico con el papel que ha desempeñado España en la cumbre, añadió: "Su único objetivo era tener la misma capacidad de bloqueo que los grandes y ha salido sin ella". En el mismo sentido se expresaron los representantes de las restantes fuerzas parlamentarias.Xavier Trias, por CiU, calificó la cumbre de "insuficiente y decepcionante" y el tratado resultante de "acuerdo de mínimos", con el que, dijo, "no nos hemos incorporado al selecto club de los grandes". Gaspar Llamazares, por IU, dijo que "Niza ha sido un traspiés decepcionante" y que "España no va a tener la misma capacidad de bloqueo que los grandes, ya que esa capacidad se ha deteriorado incluso". El acuerdo no es más que "un avance pequeño" del que sale "un Consejo Europeo mucho más complicado", en opinión del portavoz de Coalición Canaria, José Carlos Mauricio.

Aznar, cuando dio su réplica al término de un debate falto de nervio y que se desarrolló durante su mayor parte en un hemiciclo expresivamente vacío, quitó importancia a estas divergencias - "aprecio en las intervenciones elementos de coincidencia y de satisfacción bastante general", dijo- y evitó debatir los cálculos de votos en que se concreta la posición que tendrá España dentro del Consejo de la UE ampliada hasta 27 miembros. "No voy a poner demasiado empeño en este asunto", señaló, "porque son discusiones demasiado habituales".

El presidente había abierto la sesión con una relación fría y detallada de los distintos logros de Niza -"una intervención taxonómica y aritmética", diría más tarde Llamazares- en la que destacó la dificultad de redistribuir el poder en el seno de la UE "por primera vez desde su fundación, en 1958" y se extendió especialmente en el mecanismo de reponderación acordado, que, en su opinión, divide a los países de la Unión en cinco grupos: el de los "grandes", con seis países y España entre ellos, los "medianos grandes", con siete países, los "medianos pequeños", con tres, los "pequeños", con cinco países, y los "muy pequeños", que incluiría a seis países.

Aznar subrayó que España, que llegó a Niza con un 20% de votos menos que los grandes y un 27,5% más que el país siguiente, ha reducido la primera de esas magnitudes a un 7% y ha aumentado la segunda a un 48%. Tras subrayar que la Çomisión Europea "ha sido fortalecida", que el sistema de cooperaciones reforzadas acordado "es un paso hacia la futura Política Exterior y de Defensa Común", que la política de cohesión podrá ser mantenida "en los años posteriores al 2006" y que el Tratado de Niza "va a contribuir para que el Espacio de Libertad, Justicia y Seguridad que España viene impulsando sea más cercano y real", concluyó: "El acuerdo es bueno, porque era el único posible".

Rodríguez Zapatero reconoció que Aznar "ha sabido mantener una relación aceptable" entre la importancia demográfica de España y el número de sus votos en el Consejo, pero le reprochó que "confunda el peso de un país en Europa con su capacidad de veto y de votos", porque de ello resulta "una visión insuficiente y equivocada que convierte un objetivo legítimo en una pobre señal de identidad".

"España", añadió, "está con los grandes desde que entró en la UE, debido a su capacidad de cooperación y de ayudar a la búsqueda de soluciones. Cuando conseguimos los fondos de cohesión, nadie nos preguntó por nuestros votos ni por nuestra capacidad de veto". "Le felicito por el número de votos que ha obtenido en el Consejo, y también felicito a Polonia, que no estaba en Niza", señaló con ironía. Polonia se incorporará a la UE con los mismos 27 votos que España.

Zapatero lamentó que las posiciones europeas del Gobierno de Aznar nunca estén bien definidas ni respondan "a un proyecto claro". En un marco más general, se declaró "preocupado" por la lectura de las transcripciones de lo dicho en Niza por los jefes de Estado y Gobierno de los Quince, que EL PAÍS publicó la semana pasada, ya que ponen en evidencia "la preocupante inmadurez y el escaso impulso de un proyecto auténticamente europeo". "En Niza se habló mucho de vetos y votos, pero muy poco de Europa. Los jefes de Estado y Gobierno se comportaron más como líderes nacionales que como dirigentes europeos".

En una línea paralela de argumentación, aunque más acusada, el portavoz de IU dijo que la indefinición europea del Gobierno de Aznar es tal que, tras una cumbre, puede incluso celebrar acuerdos como el de convocatoria de una nueva Conferencia Intergubernamental en el año 2004, al que se opuso activamente. El presidente, según Llamazares, ha fracasado como líder de un centro social europeo, ya que, como un conservador, ha mantenido el derecho de veto sobre la política social. "Lo único que Aznar presentó en la cumbre es la lucha contra la inmigración clandestina. Por esa línea, la grandeza española quedará por los suelos", sostuvo el líder de IU.