El Círculo expone las obras de los 16 artistas más prometedores del Injuve
Distintos lenguajes
El Instituto de la Juventud presentó ayer su cosecha de artistas noveles del año 2000, cuyas obras estarán expuestas en el Círculo de Bellas Artes hasta el 10 de enero. El jurado eligió a 16 jóvenes creadores de entre los casi 300 que batallaron por hacerse un sitio en la XVI Muestra de Arte. Los trabajos seleccionados destacan, según los organizadores, por "una actitud crítica frente a la realidad", que ha llevado a los autores a renovar y mezclar conceptos y géneros. "Todas las obras rompen con los límites de los soportes tradicionales: ahora el diseño gráfico se mezcla con la fotografía, la videoinstalación con la moda, el cómic con el mural, lo anecdótico con lo general, la baja con la alta cultura, y así hasta completar el amplio panorama de las artes visuales actuales", explican. Por eso el jurado -integrado por Teresa Badía, Jorge Díez, Alicia Murría y Gabriel Villota- también ha abandonado el planteamiento habitual a la hora de seleccionar las mejores obras. Esta muestra, que se celebra por segundo año consecutivo, no sólo pretende mostrar al público las últimas tendencias del arte más actual, sino también insuflar ánimo a los nuevos creadores "que se enfrentan al futuro incierto por la debilidad del mercado artístico y la escasa presencia internacional del arte español". Para paliar esta situación, el Instituto de la Juventud se erige en mecenas y se llevará de gira por Iberoamérica una selección de los trabajos presentados, en colaboración con la Dirección General de Bellas Artes y la Agencia de Cooperación Internacional. Los jóvenes que exponen en la XVI Muestra de Arte tienen entre 24 y 30 años.
Ixone Arregi, de 25 años, ha construido una Sala de espera en la que lleva al espectador de un espacio simulado al real de la exposición. Judas Arrieta (29 años) combina arte y manga art para lograr un espacio lúdico donde el público participa en un karaoke. A María Cañas y Juan Francisco Romero (28 y 29 años) les atrae la crítica sobre la práctica del arte, que manifiestan en El profesional definitivo. Javier Casaseca (30 años) habla de la diferencia entre el sueño y la ficción, mientras que Adriá Juliá (26 años) enfrenta las figuras del hombre de negocios y del vaquero. Abi Lazkoz (28 años) utiliza el lenguaje del cómic para contar historias cotidianas y trágicas, y Cristina Lucas (27 años) indaga sobre las ideas de poder y supremacía. Noemy Montes (24 años) reflexiona sobre la moda; Fermín Moreno (30 años) proyecta imágenes de publicidad, cine y televisión; Álvaro Perdices (29 años) explora la forma en la que la educación va cargada de prejuicios; Fernando Renes (30 años) utiliza el humor para mostrar las cosas que ve; Consol Rodríguez (28 años) utiliza imágenes de rostros velados para meditar sobre la configuración del yo; Carme Romero (27 años) emplea el formato del juego de ordenador para preguntarse si el arte a través de Internet es posible; Antonio de la Rosa (30 años) lanza una mirada vitriólica sobre la coexistencia entre opulencia y miseria, y Eduardo Sourrouille (30 años) plantea una serie fotográfica con su propia imagen.
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