Los integristas argelinos asesinan al menos a 38 civiles en tres atentados

Desde la noche del sábado al domingo, los integristas argelinos han asesinado al menos a 38 personas. Dieciséis estudiantes y dos vigilantes fueron asesinados a tiros en la noche del sábado por un comando armado en el internado de una escuela de la localidad de Medea, cercana a Argel. Ayer murieron otras 20 personas en dos ataques cometidos contra la población civil; los terroristas ametrallaron indiscriminadamente un autobús y a los habitantes de una ciudad del oeste argelino. Los ataques dejaron también 13 heridos.

Un grupo de individuos atacó hacia las diez de la noche del sábado, hora local, una escuela secundaria técnica en un barrio popular de Medea, a unos 80 kilómetros al sur de la capital. Después de dar muerte a los dos agentes que vigilaban el recinto, los atacantes irrumpieron en el internado, donde mataron a los estudiantes, con edades comprendidas entre los 15 y los 18 años. Los agresores abrieron fuego contra los escolares, que en su mayoría estaban acostados, y mataron a 16 de ellos, mientras que 6 más fueron heridos. Los autores de la masacre se dieron a la fuga en dirección a una zona cercana a Medea en la que se ha establecido la guerrilla integrista.Según los vecinos, este atentado fue obra de uno de los muchos comandos del Grupo Islámico Armado (GIA), que tiene una fuerte presencia en esta parte del país. Se trata del atentado que más vidas civiles se ha cobrado desde el comienzo del mes sagrado de Ramadán, el pasado 27 de noviembre.

Al día siguiente, al menos 20 personas murieron en dos atentados cometidos en el oeste argelino. Un grupo armado abrió fuego contra un autobús de línea repleto de pasajeros. Murieron 15 personas y 7 resultaron heridas. Pocas horas antes, otro grupo armado presuntamente integrista ametralló indiscriminadamente a civiles en la ciudad de Jemís El Jechna, 120 kilómetros al oeste de Argel, donde murieron al menos cinco habitantes.

Durante los últimos diez días, los guerrilleros integristas también han centrado sus atentados en los distintos cuerpos de seguridad, bien en emboscadas, bien en combates frontales, que ya suman unos cincuenta. En total son más de doscientas personas -entre civiles, miembros de las fuerzas de seguridad e integristas- las que han perdido la vida de manera violenta desde el comienzo de Ramadán.

Los responsables de los atentados, según la prensa argelina, son el GIA y el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que se oponen a la política de reconciliación preconizada por el presidente Abdelaziz Buteflika. En esa línea, el Gobierno argelino decretó en julio de 1999 la llamada Ley de Concordia Civil, que incluyó una amnistía para aquellos islamistas armados que no fueran culpables de delitos de sangre. Las autoridades argelinas guardan un absoluto silencio sobre los actos violentos, que son revelados únicamente por la prensa privada. Según datos difundidos por la prensa argelina, unos setenta miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados en la últimas semanas. Las últimas bajas conocidas se produjeron el pasado jueves en la localidad de Chelef, 200 kilómetros al oeste de Argel, donde fueron ametrallados mortalmente un policía y uno de los miembros de los grupos de autodefensa, popularmente conocidos como patriotas, que apoyan al Ejército en la lucha antiterrorista.