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El acoso a Gusinski une a la derecha rusa contra el Gobierno de Putin

La detención en España de Vladímir Gusinski, propietario de Media-Most, el único grupo de comunicación crítico con las actuaciones del Kremlin, ha acercado a las derechas liberal y conservadora rusas, que piden al Gobierno español que "tome en cuenta todas las circunstancias del caso" antes de pronunciarse sobre la extradición del magnate. En una entrevista con EL PAÍS, el líder liberal Grigori Yavlinski sostiene que la persecución de Gusinski por el Kremlin es "un paso para imponer en Rusia un sistema semejante al del general Francisco Franco".A través de la Embajada de Madrid en Moscú, Yavlinski y el ex primer ministro y líder de la Unión de Fuerzas de Derecha, Borís Nemtsov, han enviado una carta a La Moncloa en la que subrayan que tras el proceso abierto por la fiscalía rusa contra el patrón de Media-Most hay motivos políticos. "Yo no niego que Gusinski sea un oligarca, pero es el único que no ha construido su riqueza sobre lo que ha robado, sino que ha invertido y ha creado un importante sistema informativo independiente y es por esto por lo que le persiguen", afirma Yavlinski.

El acoso de las autoridades rusas a Media-Most es evidente. El día 9, la Inspección Fiscal presentó una querella al Tribunal de Arbitraje para "liquidar por insolvencia" varias de las compañías del grupo, incluido su buque insignia, la cadena de televisión NTV. Además, la fiscalía se dispone a solicitar el embargo de los bienes personales de Gusinski en España, mientras se resuelve la batalla legal de su extradición. "El cierre de la NTV significa socavar los cimientos de la democracia en Rusia y poner en peligro el pluripartidismo", señala Yavlinski.

Putin, sin embargo, sólo ve en el dueño de Media-Most a un delincuente común, acusado de fraude masivo. "Yo no pienso que Gusinski sea peligroso ni creo que sea necesario dudar de la actuación del fiscal general", dijo el presidente el viernes, durante la conferencia de prensa que puso fin a su viaje a Cuba.

Pero pocos son los rusos que creen que el fiscal general actúa sin que se lo ordene el Kremlin. "En este país", añade Yavlinski, "no se mueve un dedo si no es por orden. El presidente todo lo sabe, de todo entiende y todo lo controla". El político pide al juez Baltasar Garzón que evalúe si las acusaciones de la fiscalía tienen base.

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